9 de Noviembre 2019
*Mauricio Quezada, fundador de Ecoven, reflexiona en la siguiente columna sobre los desafíos asociados a la implementación de la la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (REP).
Las temáticas medioambientales venían marcando con fuerza la agenda nacional, en un año en que Chile apostaba por ser protagonista de los grandes acuerdos que el planeta con urgencia requiere para evitar una emergencia mayor. Sin embargo, el escenario ha dado un giro tras el estallido social que irrumpió en octubre y que terminó por cancelar la realización de la COP25 en Chile y con ello bajar las expectativas de avanzar en la institucionalidad ambiental.
Este marco normativo incluye la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (REP), una de las iniciativas del Gobierno que busca, entre otros objetivos, resolver el gran tema de la basura en el país. Y no es menor, puesto que cada persona genera en promedio más de 1,1 kg diario.
La ley Rep es un buen esfuerzo por llevar al país a una gestión de residuos más acorde a países desarrollados. Sin embargo, desde que se comenzó a trabajar en ella, su implementación se ha dilatado más de lo que uno esperaría para estos tiempos de crisis.
Las metas deben ser factibles de cumplir, pero creo que la dificultad no se encontrará tan solo desde el lado de la recolección, que es sin duda la mayor preocupación.
Un desafío radicará en la capacidad de poder tratar los materiales recolectados, ya que no existe aún la infraestructura ni capacidad de poder gestionar y tratar correctamente la totalidad de los materiales recolectados. Ahí es donde tenemos que poner atención y dedicar los esfuerzos.
Además, aún existe un grado de desconocimiento debido a lo reciente de la normativa y a la informalidad en que funciona un gran porcentaje de recicladores bases, que son un actor primordial en el reciclaje a nivel país. Es fundamental que su labor no se vea afectada y se pueda garantizar un constante acompañamiento para lograr profesionalizar su rol.
Uno de los grandes desafíos en la implementación de esta ley es incrementar la capacidad de tratamiento de los residuos. Una posibilidad o impacto no contemplado se deriva desde las mismas plantas que ofrecen directamente el servicio de reciclaje, compitiendo con los recicladores bases, por lo que, si están con exceso de materiales, bajarán los precios de compra o hasta dejarán de recibir lo recolectado por los recicladores para asegurar la operación a sus clientes directos.
Este escenario impacta a gran número de personas y es algo que se deberá abordar de manera conjunta ya que el reciclaje se basa en un valor de mercado, lo que quiere decir que, si un material no se puede comercializar, no va a ser reciclado.
A eso hay que sumar que la descentralización es un tema pendiente en cuanto al reciclaje, ya que las regiones se encuentran en desventaja respecto de los residuos recolectados ofreciendo un menor precio de comercialización debido a los altos costos de transporte.
Por otro lado, para lograr cumplir las metas de recolección en Ecoven utilizamos el sistema de incentivo el cual es clave a la hora de elevar las bajas tasas de reciclaje. ¿Cómo? Instalando la idea de que reciclar también trae consigo un premio o recompensa económica para el usuario final.
Con todo, incrementar las tasas de recuperación y reciclaje requieren de un proceso de educación que puede tomar años, por eso se busca impactar y comenzar desde el producto, pero además se requiere un desarrollo de estructura para poder responder a esa demanda de tratamiento. Lo importante en este tipo de reformas es considerar e involucrar a todos los actores para lograr un trabajo en conjunto.
