Al hacer un balance de la historia de la humanidad en su conjunto, destaca la idea del progreso bajo una perspectiva multifacetica como un valor que ha estado presente a lo largo de los siglos y bajo distintos énfasis. Progreso necesario, sin lugar a dudas, pero el que muchas veces no va acompañado de un desarrollo sustentable generando con ello pan para hoy y hambre el día de mañana.
Todos coincidimos en la necesidad de que debemos avanzar y tratar de que el bienestar de todos nosotros vaya mejorando día a día, sin embargo el camino a seguir como sociedad es de un progreso asociado a un desarrollo sustentable respetando a los otros y, también, nuestro entorno. Cuando hablamos de desarrollo sustentable, se hace alusión a “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las capacidades que tienen las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”, de acuerdo a la definición dada por Gro Bruntland en el año 1987.
La expresión desarrollo sustentable se hizo mundialmente conocida en el año 1987, tras la publicación del Informe “Nuestro Futuro Común” que se preparó por la Conferencia de las Naciones Unidas en torno a Desarrollo y Medio Ambiente, la cual se desarrolló en Río de Janeiro durante el año 1992. El escrito fue redactado por una comisión encabezada por la ex ministra noruega Go Harlem Brundtland.
En este contexto, según lo definido por la ONU, son 6 los ejes que definen el actuar del Desarrollo Sustentable y los cuales son: sustentabilidad económica, sustentabilidad energética, sustentabilidad energética, sustentabilidad cultural y la sustentabilidad científica.No basta con solamente disponer de los recursos económicos y lo último en tecnología para el desarrollo de un proyecto, también se debe velar porque la iniciativa ocupe igual o menos energía de la que producen y respeten los recursos naturales de la zona y las formas de vida de los habitantes; premisas que, lamentablemente, Chile no ha seguido en su actuar medio ambiental del día a día y lo cual queda ejemplificado en la autorización de tronaduras como parte de la producción de la Mina Invierno en Isla Riesco, Región de Magallanes, y la confirmación de la Resolución de Calificación Ambiental (RSA) al Proyecto del Centro de Distribución El peñón de la empresa Walmart en San Bernardo, por parte del Comité de Ministros.
Los dos casos consignados conllevan graves consecuencias para su entorno, impactando no sólo al medio ambiente sino también a los animales y las personas en su cotidianidad. Antecedentes que no fueron tomados en cuenta por las autoridades correspondientes al momento de evaluar los proyectos, a causa de que, a pesar de los discursos rimbombantes dados en pro del cuidado del medio ambiente, el desarrollo sustentable no está como un elemento clave de las políticas públicas desarrolladas en nuestro país.
