Parece ciencia ficción, pero lamentablemente es real. En una conferencia dictada el mes pasado, Elon Musk, el hombre más rico del planeta, informó que su compañía estadounidense, Neuralink, tenía un primate con un implante inalambrico con pequeños cables.
“No está incómodo. No hay cicatrices y es un mono feliz. Tenemos las instalaciones para monos más bonitas del mundo”, enfatizó.
Detrás de estas palabras que pueden sonar irónicas, al parecer el empresario habla en serio.
Las opiniones de los cibernautas ante esto son claras: ” él cree que está haciendo algo bueno para la humanidad, pero pasa por alto principios morales y éticos”, comenta una usuaria. Y otro añade “partirán con monos y seguiremos nosotros, a quienes no nos pedirán permiso. Simplemente nos obligarán”, sentencia.
Según informan algunos medios en Internet, Elon Musk, ya había implantado chips en cerdos.
El empresario recalcó : “Lo que quiero llegar a hacer es que se manejen automóviles Tesla o que se jueguen videojuegos con el pensamiento. Guardar, reproducir recuerdos o hacer caminar personas con daños en la médula espinal. Conseguir simbiosis humana con inteligencia artificial “, cierra.
Analizando el actuar de Musk, se puede afirmar que claramente no se respeta ninguna de las 5 libertades de los animales, las cuales son:
- libre de hambre, de sed y de desnutrición;
- libre de temor y de angustia;
- libre de molestias físicas y térmicas;
- libre de dolor, de lesión y de enfermedad;
- libre de manifestar un comportamiento natural.
La invitación, en definitiva, es que no debemos olvidar que, citando a Marc Bekoff, “los animales no son propiedades o cosas, sino organismos vivientes, sujetos de una vida, que merecen nuestra compasión, respeto, amistad y apoyo”. Seamos empáticos con todos los seres vivos del planeta.
