El próximo domingo 7 de mayo los chilenos elegiremos a los 50 miembros del Consejo Constitucional que tendrán la responsabilidad de redactar la nueva propuesta de la Carta Magna, tomando como referencia el quehacer de la Comisión de Expertos que ha sesionado hace ya algunas semanas. Frente a este escenario, la pregunta que surge alude a si los candidatos ¿hacen alusión al medio ambiente y su protección en sus programas respectivos?,una interrogante que la ONG Fima y Ciudadanía Inteligente buscaron responder analizando las redes sociales de los postulantes.
La metodología utilizada en esta indagación, según informaron las entidades, correspondió a la revisión de los programas asociados a los aspirantes a ser parte del Consejo y la determinación si en las propuestas de los mismos había alguna alusión a alguna de estas cuatro temáticas: se hace mención al medio ambiente, hace alusión a la consagración de los derechos humanos ambientales y/o derechos ambientales, propone la inclusión de principios constitucionales referentes a la protección del medio ambiente, habla de la creación o restructuración de instituciones a favor de la naturaleza y el entorno, además de enfatizar la necesidad de un cambio entre la naturaleza y sociedad pensando en la creación de una sociedad sostenible.
A partir de aquello, añaden los autores de la investigación, se ve la ausencia de alguna referencia a la protección del medio ambiente ya sea a nivel de principios constitucionales o derechos en los candidatos del Partido Republicano; contrastando con los postulantes de las listas Unidad para Chile (PS, Convergencia Sociales, Partido Comunes, Revolución Democrática, Partido Liberal y PC), Chile Seguro (Evopoli, RN y UDI) y Todo por Chile ( PPD, DC y PR).
En lo que respecta a la consagración de los derechos humanos ambientales o derechos de la naturaleza, se pueden esbozar menciones en los programas de los candidatos de Unidad para Chile, Todo por Chile y Chile Seguro, no registrándose mayores menciones de aquello en Partido Republicano y PDG. Por ejemplo, Andrés Palma, candidato DC al Consejo, indicó en este sentido: “hay que poner como principio de una norma constitucional de lo que debe ser el desarrollo del país, que no podemos seguir consumiendo nuestro capital natural. Los estudios dicen que Chile en cuatro meses y medio consume en capital natural que se produce en un año, es decir, nos estamos empobreciendo de la riqueza de nuestro país. Tiene que haber una norma que constitucional que diga que ningún proyecto nuevo puede afectar el capital y que los proyectos que ya están en desarrollo y en aplicación tienen que ver cómo reponer ese capital, porque si no, nos vamos a quedar sin planeta”, enfatizó el ex parlamentario y actual candidato de la DC en declaraciones a Radio Universidad de Chile.
Otro ítem abordado en la investigación correspondió a la inclusión de un principio constitucional cuyo norte sea la protección del medio ambiente, materia desarrollada en las propuestas de los candidatos de Unidad para Chile. Por su parte, no se ve mayor desarrollo en los programas en lo que alude a la creación o restructuración de instituciones para de esta manera lograr una protección más cabal de nuestro entorno.
Asimismo, un cuestionamiento a las relaciones entre la sociedad y la naturaleza para hacer frente a graves problemáticas como es el caso del Cambio Climático no hay referencia alguna al respecto por parte de los candidatos a la materia. Una realidad que se debe trabajar para cambiar, manifestó la abogada María Celeste Jiménez, presidenta de Animanaturalis Chile y miembro del grupo Harmony with Nature de la ONU.
“Hemos visto por años errores de lenguaje en la ley que han significado grandes perjuicios para la humanidad, porque quien interpreta la ley, la interpreta tal como aparece escrita bajo un modelo antropocentrista. Entonces, tenemos que instalar un lenguaje de Derechos de la Naturaleza, de derechos animales tanto en el derecho internacional como también en derecho nacional o doméstico”, mencionó la especialista en entrevista con ICI Radio de Canadá, un paso clave para que luego la protección de la naturaleza y los animales se traduzca en leyes y políticas públicas cuyo eje central sea, precisamente, el cuidado y preservación de ellos.
