Guardianes del Río: 15 niños y niñas del Biobío buscan llegar al Festival de ríos en Hornopirén

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Con el objetivo de ampliar esta comunidad de deportistas conscientes, realizan actividades para juntar fondos y así poder conocer otros ríos en diversas regiones, siempre bajo los pilares del respeto (Llamuwun), colaboración (Kelluwun) y autonomía (Topabun).

Un solo kayak bastó para comenzar una escuela para niños en la región del Biobío, donde además de practicar este deporte, les incentivan a ser los Guardianes de los Ríos. Actualmente un grupo de 15 niños y niñas entre 13 y 17 años, componen Kayakimün, una organización que se fundó bajo valores ambientales y deportivos, y que hoy busca ampliar esta comunidad participando en el Festival de ríos en Hornopirén.

“Mientras más conocemos algo, más lo amamos y mientras más lo amamos, más lo cuidamos”, destacó Fernanda Purrán, una de las fundadoras. Más allá de aprender a remar, a meterse al río y jugar en él, el programa busca ampliar el conocimiento de los niños de los ríos, educando a través del kayak e incentivar a las nuevas generaciones en el deporte y en la protección de los cuerpos de agua. Pero su sueño no termina aquí, actualmente están en una campaña de recaudación de fondos para poder viajar a un Festival en la Región de Los Lagos, ampliando su conocimiento de diversos ríos y también ampliando la comunidad.

Cada 15 días las familias y los integrantes de Kayakimün se reúnen para guiar y mantener vivo el futuro y desarrollo de la organización. Sus últimas reuniones, las han destinado a realizar alguna actividad que les implique recolectar fondos para su viaje a Hornopirén: desde caminatas, trekking, conversación en medio a fogón, desayunos para el día del papá, hasta clínicas de kayak con profesores voluntarios, son algunas de las dinámicas que han realizado este grupo de Guardianes de los Ríos. “Queremos que los niños y niñas sean autónomos, que puedan autogestionar actividades, que sueñen y puedan hacer realidad el conocer y compartir con sus pares, es así como crecemos en comunidad”, destacó Purrán.

Además, estás prácticas están ligadas directamente con la sabiduría Mapuche Pewenche, bajo tres pilares fundamentales: Llamuwun (respeto), Kelluwun (colaboración) y Topabun (autonomía). “Cuándo vamos al río hacemos Nguillatu, es una ceremonia para pedir permiso al Ngeko (espíritu de agua), le pedimos permiso, y protección mutua. En los campamentos, una de las actividades y conversaciones más importantes son el Nutramkawün (conversación grande), allí tratamos temas relativos a la naturaleza y al ser persona”, agregó Purrán.

Y si bien estas semanas están alejados de las actividades deportivas dentro del río, de igual forma se juntan a observar su comportamiento, a ver las crecidas por las lluvias, cómo cambian los causales y a analizar la actividad natural de los cauces de agua. Su refugio es el Trawunko, la unión de los ríos Biobío y Queuko, donde se forma una laguna (Eddy en lenguaje de Kayak), un remanso para poder entrenar.

Para conocer más de la iniciativa y ser parte de su colecta, puedes ingresar y contactarlos a través de Instagram @kayakimun