El maltrato y crueldad animal son acciones que no conocen fronteras y las cuales muchas veces se trasladan de país en país bajo el desarrollo de los procesos de migraciones y sincretismos culturales que se generan, siendo ejemplo de aquello el coleo que llegó a Chile hace algunas semanas desde Venezuela concentrando su desarrollo en la ciudad de Los Ángeles, Región del Bío Bío. Así lo denuncia la agrupación Movala Chile mediante sus redes sociales, agregando que el lugar donde se efectúa esta práctica se llama Anapolis Ranch y fue creado por Jorge Guzmán.
La práctica del toro coleado o simplemente coleado consiste en que el jinete debe derribar a la res en plena carrera y para lo cual cuenta con una vara que lo ayuda a cumplir con el propósito antes reseñado. Los antecedentes históricos de lo anterior nos llevan a mediados del siglo XVI, período donde en el Llano venezolano comenzó a desarrollarse la actividad bajo una lógica de manejo del ganado.
En este sentido, desde la organización vegana hicieron un llamado a trabajar por la abolición total de la práctica del toro coleado y, a su vez, hicieron un llamado a las otras organizaciones para contribuir a aquello. Fundación Gestión Ética para la Dignidad Animal GEDA Chile fue una de las entidades que se hicieron presentes, prometiendo hacer lobby a nivel legislativo para que esta práctica de maltrato sea sólo un mal recuerdo.
A juicio de GEDA, “el maltrato animal en esta actividad está intrínseca en sus propias reglas que destacan la forma en como el novillo debe caer, de esta manera si este levanta las cuatro patas, la coleada es efectiva; si no cae, o no levanta la patas, es nula. La coleada más celebrada es la que se denomina filo de lomo, sucede cuando el animal da la vuelta por el lomo y levanta derechas las patas. Finalizando la acción, el coleador se aparta inmediatamente, y se reinicia la disputa por la cola del toro; las fracturas son evidentes y de salir airoso el animal es muy probable que éste sea sometido a una nueva coleada, los maltratos recibidos no se le borran y no les queda más remedio que manifestarse sumisos”, sentenció la organización originaria de Viña del Mar, acotando que por los hechos presentó una denuncia formal ante la Fiscalía Local de Los Ángeles.
También lanzaron una carta abierta a los legisladores, con el afán de lograr que los legisladores discutan y aprueben el proyecto que se busca presentar en el Congreso cuyo objetivo, precisamente, es prohibir el desarrollo de la actividad centrada en el maltrato animal, tal como se denuncia desde el animalismo en Chile. La invitación, comenta la entidad, es que rescatistas independientes y agrupaciones se sumen a la misiva haciendo clic en este enlace firmando.
Una lucha que, en definitiva, está recién comenzando y de la cual, aseguran las organizaciones, no se descansará hasta lograr el objetivo.
Colaboración: Omayra Méndez.
