El maquinista turco Serhat Topal se encontraba realizando sus viajes de rutina cuando, de pronto, notó que había una pequeña tortuga atorada sin posibilidad de atravesar una baranda. El hombre no dudó en detener el tren, se bajó, ayudó al reptil y lo dejó en un lugar seguro.
“Yo pensé que estaría asustada”, comentó a The Dodo.
Según relataron algunos medios en Internet, Turquía es conocido por su amor a los animales que viven en la calle y siempre están felices de ayudarlos, por eso cuando el conductor le explicó a los pasajeros que tendrían un retraso en su viaje, ellos entendieron y estuvieron de acuerdo.
“La tortuga se veía en buen estado y siguió su camino feliz. Todo los seres vivos son nuestros amigos y debemos aproximarnos a ellos con amor. Esto debería ser considerado un deber y yo simplemente cumplí con el mío”, cerró.
Es de esperar que acciones como estas se hagan costumbre en todos los países del mundo.
