¿ Qué es la Toxoplasmosis?

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La toxoplasmosis es una infección zoonótica causada por un parásito protozoario llamado Toxoplasma gondii, el cual tiene la capacidad de infestar a cualquier animal de sangre caliente sin causar necesariamente enfermedad aparente, sin embargo su manifestación aguda es la más peligrosa, siendo incluso letal. En estos casos puede provocar sintomatología que puede incluir linfoadenopatias, hepatomegalia, neumonía intersticial y síntomas de tipo nervioso.

Se estima que este parásito infesta de manera crónica entre el 20 al 50% de la población mundial. La infección primaria es asintomática en un 90% de los casos, y habitualmente deja inmunidad no estéril a lo largo de la vida del hospedero; la infestación puede asociarse a severas complicaciones en los principales grupos en riesgo:

– Sujetos inmunocomprometidos
– Mujeres embarazadas
– Fetos y recién nacidos
– Jóvenes con diagnóstico de toxoplasmosis congénita asintomático

Los félidos domésticos y salvajes son los únicos hospederos definitivos conocidos. En ellos se llevan a cabo las etapas sexuales y asexuales del ciclo biológico de T. gondii, por lo que constituyen también los principales reservorios. Los gatos se infectan principalmente al ingerir carne contaminada de aves y roedores con quistes tisulares, y con poca frecuencia a través de ingesta de ooquistes. Los félidos infectados (una gran mayoría asintomáticos) pueden eliminar hasta 1 millón de ooquistes/día, no esporulados, 7 – 15 días después de la exposición.

En el transcurso de días a semanas, los ooquistes esporulan en un medio ambiente adecuado (cálido, con humedad), en jardines, cajas de arena, y pueden permanecer infectantes durante meses.

En el humano y múltiples hospederos intermediarios (mamíferos, aves y otros animales de sangre caliente), después de la ingesta de quistes con bradizoítos u ooquistes con esporozoítos, los parásitos invaden las células de la mucosa del tracto digestivo, se diferencian a taquizoítos y se multiplican localmente antes de diseminarse por vía sanguínea o linfática a otros órganos. Invaden de manera activa casi cualquier célula, con la formación de una vacuola parasitófora a partir de la membrana citoplásmica del hospedero y la subsecuente eliminación de los     antígenos propios de ésta.

Después de unos ciclos de multiplicación rápida y la lisis de las células invadidas, en órganos inmuno privilegiados (ejemplos: músculo, corazón, cerebro, retina, testículos, entre otros), los taquizoítos se diferencian en bradizoítos dentro de las vacuolas parasitarias, y estas se convierten en quistes intracelulares que pueden permanecer latentes mientras la respuesta inmune permanezca estable. (Mercier & Cesbron-Delauw. 2015).

La transmisión al humano pude ser por consumo de carne mal cocida, mala manipulación de los alimentos, transmisión vertical (transparentaría) individuos portadores, otros mecanismos menos frecuentes son transfusión de sangre, trasplante de órganos e inoculación accidental en laboratorios.

Siendo el felino un hospedero obligatorio para este parásito es importante que los propietarios de dichas mascotas realicen su plan de desparasitación como lo indica su Médico Veterinario, en mayor razón los grupos de riesgos que se mencionaron anteriormente.

Colaboración: Orielle Jara, médico veterinario.