En más de alguna oportunidad todos hemos adquirido o adoptado una mascota, sin embargo son muy pocas las personas que se han comprometido con satisfacer sus reales necesidades ocasionando lamentablemente un descuido y posteriormente un abandono de estos.
Como estilista canina me he dedicado con gran pasión y amor a mi trabajo para ayudar a animalitos en desamparo o que han sido vulnerados sus derechos de alguna forma, realizando un estudio del impacto que genera en las personas la imagen renovada de aquellos; un manto saludable libre de parásitos y con un corte armonioso a la vista que provoca ternura en niños y adultos y una gran oportunidad de adopción.
9 de 10 perritos callejeros a los que he cambiado su imagen han sido adoptados y reinsertados en la sociedad, con el conocimiento de su mantención, los gastos que genera y un cambio de mentalidad en sobre lo que es la tenencia responsable, obteniendo excelentes resultados.
En vista de que se ha cumplido el objetivo de este estudio decidí escribir este artículo informando a todas aquellas personas amantes de los animales como hacer de los cuidados básicos de un perro un hábito diario y evitar llegar al maltrato animal que hoy en día está penado por ley, aportando con un granito de arena en el cambio de mentalidad que tanto necesita la sociedad.
Lo primero que debemos saber antes de adquirir o adoptar cualquier animal es que ellos al igual que el ser humano necesitan controles médicos desde el momento de su nacimiento hasta su muerte. Los veterinarios son las personas capacitadas para realizar cualquier tipo de dignóstico, nunca AUTOMEDIQUE; esto pondría en riesgo la vida de su mascota, lleve un control de vacunas al día para evitar posibles enfermedades; considere que las zoonosis( enfermedades de los animales que en determinadas condiciones pueden transmitirse al hombre y viceversa) en la actualidad representan un porcentaje mayor y en aumento día a día, muchos países tienen pérdidas económicas tanto para la salud animal como la salud pública, podemos mencionar las de origen bacteriano, viral,fúngicas y parasitarias.
Los estilistas caninos capacitados son las entidades que además de higienizar y estilizar la imagen de su mascota pueden observar enfermedades de la piel (órgano vivo muy importante) y derivar a un veterinario en caso que la situación lo amerite. Es su deber aconsejar al dueño de una correcta mantención en conjunto.
Los principales errores que cometen las personas es tener como concepto de una buena peluqueria esquilar un perro, esto trae consigo muchos problemas dermatologicos. Bajo este contexto, explicamos a continuación la importancia del manto de nuestra mascota.
El pelo participa en diferentes procesos, entre los cuales podemos mencionar:
Termorregulación: Es un elemento encargado de la conservación de la temperatura corporal ya sea en invierno o verano. Entre el pelo y la piel se forma una capa de aire que permite la existencia de un microclima sobre la piel. Aunque suene ilógico el manto ayuda a nuestros animales a protegerse del calor: por esta razón es imprescindible que el pelo se encuentre limpio y sin nudos, un manto con motas y nudos de pelo imposibilita la correcta termorregulación del animal, los perros no sudan como las personas como muchos lo creen.
Barrera: Evita el contacto directo de la piel con el medio externo, lo que disminuye la posibilidad de contacto con numerosas sustancias que podrían ser nocivas.
Comunicación: a través de secreciones y del erizado del pelo su mascota transmite a sus pares su estado de ánimo.
Percepción sensorial: Existen pelos táctiles como los bigotes que detectan las vibraciones.
Un pelo amotado, con nudos y sucio puede provocar problemas de piel en nuestro animal y la aparición de dermatitis. Un manto enmarañado no permite una buena transpiración de la piel, eleva la temperatura y la humedad, favoreciendo de ésta manera las condiciones para la proliferación de microorganismos que generan infecciones cutáneas.
Las molestias se manifiestan en el animal con picor, lesiones y por ende isquemia superficial y la aparición de calvas en las zonas que había nudo.
