Autoridades regionales y de gobierno se reunieron en Robinson Crusoe para discutir la situación de la zarzamora en el archipiélago, especie invasora que está poniendo en serio riesgo la flora endémica del lugar. La problemática será enfrentada con un Programa de Control Biológico que cuenta con el apoyo del Proyecto GEF Especies Exóticas Invasoras.
La zarzamora (Rubus ulmifolius) es una especie exótica que ha invadido más de 800 hectáreas en el Archipiélago Juan Fernández, poniendo en peligro el patrimonio natural de las islas Robinson Crusoe y Alejandro Selkirk, pues impacta sobre el hábitat de especies endémicas y nativas. En este sentido, el Proyecto GEF Especies Exóticas Invasoras ─ejecutado y coordinado por el Ministerio del Medio Ambiente, implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y financiado por Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés)─ lleva más de dos años estudiando alternativas de control de plantas invasoras en el archipiélago. Con el apoyo de la Seremi de Medio Ambiente de la Región de Valparaíso, y de profesionales de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), se ha decidido tratar la problemática a través de un control de tipo biológico.
“Debido a los altos costos, es imposible detener el avance de una especie exótica invasora como la zarzamora solo a través de control manual, e incluso químico. Sin embargo, es posible que un control integrado que contemple un control biológico, pueda tener resultados exitosos”, señaló Fernando Baeriswyl, Coordinador del Proyecto GEF Especies Exóticas Invasoras.
El control biológico es un método de control de plagas, enfermedades y malezas que consiste en utilizar organismos vivos con objeto de controlar las poblaciones de otro organismo. “Para el caso de la zarzamora, la mejor forma es infectar la planta con cepas de un hongo específico, es decir que no ataque a otras plantas, y tenga virulencia probada. Se trata de un hongo que podría disminuir considerablemente la extensión de zarzamora. Pero aún es apresurado decidir qué cepa utilizar, para ello, junto a los expertos debemos seleccionar en el laboratorio la cepa más virulenta y luego probarla en invernadero aislado, y solo cuando ya estemos seguros, atacar con ella a la zarzamora en la isla”, indicó Miguel Díaz, Encargado de Control de Amenazas en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, SNASPE, de CONAF. Lo seguro es que al controlar esta planta invasora, los principales beneficiados serán los habitantes de Juan Fernández, quienes son conscientes del valor de su patrimonio natural. La zarzamora puede trepar y cubrir completamente a las especies nativas hasta ahogarlas y matarlas, afectando las producciones locales, el turismo y la biodiversidad.
Durante la primera semana de octubre, autoridades locales y de gobierno, se reunieron en Robinson Crusoe para elaborar los primeros lineamientos del Programa de Control Biológico de Zarzamora en el Archipiélago Juan Fernández. “Quisimos reunirnos con todos los actores involucrados para obtener una visión integral y real de lo que sucede en la isla, lo que nos permite validar cualquier iniciativa que se quiera desarrollar en el futuro inmediato. Se hace necesario implementar un Programa de Control Biológico sin dejar de considerar intervenciones futuras que aborden acciones integrales para controlar y erradicar otras invasiones que se puedan presentar”, señaló la Seremi de Medio Ambiente de la Región de Valparaíso, Tania Bertoglio.
Desafío país
En la reunión, el alcalde de Juan Fernández, Felipe Paredes, destacó las complejidades de este proyecto: “No significa atacar una sola especie, sino que también hay que tener en cuenta lo que pasará con las que conviven alrededor. Para esto necesitaremos múltiples capacidades, fuentes de financiamiento y acciones por un período considerable de tiempo. Sabemos que es una de las últimas cartas que tenemos para salvar nuestro territorio”.
Por su parte, Ignacia Holmes, Oficial de Medio Ambiente y Energía de PNUD Chile, indicó que “esta es la primera vez que se considera el control biológico como una opción para hacer frente a una de las especies más dañinas para el ecosistema de Juan Fernández, por lo que representa un tremendo desafío para el país en materia de conservación. Es un ejemplo concreto de que es posible abordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde el ámbito local, implementando acciones que potencien la sostenibilidad medioambiental, social y económica simultáneamente aprovechando los retos de un contexto tan específico como el del archipiélago.”
En la discusión del Programa de Control Biológico también participaron representantes del Comité Ambiental Comunal (CAC), quienes manifestaron su apoyo al proyecto. El siguiente paso es gestionar recursos públicos para poner en marcha el proyecto, conseguir asesoramiento y apoyo de instituciones nacionales e internacionales comprometidas con la conservación de la biodiversidad y determinar la mejor forma de continuar con este desafío.