Tristeza e impotencia son algunos de los sentimientos que hay, tras conocerse el deceso de Roke, un perrito guía de 7 años del joven José Ariel, luego de ser castrado en un operativo de esterilización de la Municipalidad de Pudahuel. Según denuncia la familia afectada, se le dio aviso a la Veterinaria Municipal de que el can estaba mal y ésta no hizo ninguna gestión para asistir al animal.
Los hechos acontecieron el pasado 18 de Marzo, cuando Roke fue derivado al Centro Veterinario Municipal, situado en Diagonal Las Barrancas 9279 (Junta Vecinal 25-A El Arenal) de la comuna ya mencionada, para ser castrado. El animal fue castrado por la médico veterinaria Paula Andrea Aguirre, profesional contratada por la Municipalidad de Pudahuel.
Tras ser castrado, precisa la familia afectada, el animal fue entregado con la herida abierta y todavía sangrando. Luego de ser llevado a casa, el can todavía seguía sangrando y se mostraba desanimado, situación que fue informada a la Veterinaria Aguirre, la cual señaló que era normal.
Al cabo de unas horas, el animal falleció y cuando se le informó a la profesional, ésta indicó “y ¿que quiere que haga?, no puedo revivir al perro”, comentó.
Los afectados sólo piden justicia por el can muerto.