Las abejas han sido un material de investigación por décadas para la ciencia, desde las complejidades de su vuelo hasta sus capacidades para resolver problemas. Ahora, los científicos les han puesto un tipo distinto de problemas en frente: matemáticas, y han salido con éxito de esta situación.
De acuerdo a un estudio publicado recientemente y dirigido por investigadores de la RMIT University de Australia, estos insectos pueden resolver matemáticas básicas, un hallazgo que aporta interesantes puntos en el estudio de la relación entre el tamaño del cerebro y sus capacidades reales.
La importancia de esto se debe a todos los factores que involucran la resolución de problemas matemáticos como sumas o restas, ya que es necesario que el cerebro retenga reglas a largo plazo, para entender la lógica detrás, y memoria de trabajo a corto plazo, para realizar la operación, además de entender el concepto del cero, algo que los investigadores ya habían comprobado en trabajos anteriores.
La revelación de que incluso el cerebro en miniatura de una abeja puede captar operaciones matemáticas básicas tiene implicaciones para el desarrollo futuro de la Inteligencia Artificial, en particular para mejorar la técnica del aprendizaje rápido que se utiliza en el entrenamiento de estos sistemas.
Con esta investigación, los expertos australianos demostraron que se puede enseñar a las abejas a reconocer los colores como representaciones simbólicas para la suma y la resta, y que pueden usar esta información para resolver problemas aritméticos.
Adrian Dyer, académico de RMIT University y parte de la publicación, explica que las operaciones numéricas como la suma y la resta son complejas porque requieren dos niveles de procesamiento. “Además de esto, nuestras abejas también usaron sus recuerdos a corto plazo para resolver problemas aritméticos, ya que aprendieron a reconocer más o menos como conceptos abstractos en lugar de recibir ayudas visuales”, detalla.
“Si las matemáticas no requieren un cerebro masivo, también podría haber nuevas formas de incorporar las interacciones de las reglas a largo plazo y la memoria de trabajo en los diseños para mejorar el rápido aprendizaje de nuevos problemas por parte de la IA”, agrega el experto.
Además, estas conclusiones podrían reabrir el debate sobre si los animales saben o pueden aprender habilidades complejas con números. Muchas especies pueden entender la diferencia entre cantidades y usar esto para su alimentación, tomar decisiones y resolver problemas; pero la cognición numérica, como el número exacto y las operaciones aritméticas, requiere un nivel de procesamiento más sofisticado.
Fuente: Emol.com