Hace algunas semanas en el sector de Nueva Hacienda, de la ciudad de Coquimbo, un sujeto fue captado a través de las cámaras de seguridad aparentemente drogando a un can abandonado del sector y de forma posterior abuso de el. Frente a este escenario, surge la pregunta ¿qué dice la ley respecto a este tipo de acciones?.
Si bien en nuestra legislación actual no hay alguna norma que hable sobre este tipo de acciones, el abuso sexual hacia los animales, aclaran los especialistas, puede ser considerado un acto de maltrato animal. Recordemos que esto último está tipificado en Chile como delito desde el año 1989, siendo complementado a través de las leyes de Protección Animal 20380 (2009) y Tenencia Responsable 21.020 (2017).
Al respecto, el área legal de la Fundación Arca, encabezada por el abogado Luis Peredo, señala: “el artículo 291 BIS y TER del Código Penal tiene por objeto la protección de la salud animal, por lo que no es necesario que el animal tenga dueño para la configuración del ilícito. El maltrato debe ser entendido como cualquier acto que esté dirigido a dañar fisíca o psíquicamente a los animales o bien someter al animal a un trato abusivo”, precisó la entidad.
Bajo este contexto, acotó la fundación, lo acaecido en Coquimbo, por ejemplo, “se ajusta a la figura delicitiva de maltrato, ya que el sujeto drogó para satisfacer su propio deseo sexual. En caso de comprobarse los hechos estaríamos en presencia de este tipo de delitos”, comentó Arca.
Muchas veces pasa que cuando ocurren este tipo de actos, sus ejecutores y defensas argumentan supuestos problemas psiquiátricos o mentales. Ante eso, desde la Fundación Arca señalaron: “hacemos énfasis que no todo trastorno psiquiátrico exime de responsabilidad penal, lo que debe ser probado en juicio. Y en caso de ser inimputable el sujeto, no quiere decir que no exista consecuencias ya que se le podría aplicar una medida de seguridad”, enfatizó la agrupación.
En consecuencia, si lo miramos en una perspectiva global, el llamado es a denunciar los casos de abusos sexuales a animales como un delito de maltrato con el fin de que estos no queden impunes, con las pruebas respectivas que acrediten los hechos narrados por el denunciante. Es el único camino, mientras duermen en el Congreso algunos proyectos de ley que buscan una sanción penal para los actos de zoofilia.