Generalmente cuando llega Agosto, decimos que arribó el mes de los gatos. Una expresión que, más allá de la creencia popular de las personas, tiene una explicación científica.
De acuerdo a los especialistas, las gatas presentan un ciclo llamado “poliéstrico estacional” y el cual se traduce, en términos prácticos, en que sus celos se presentan en una determinada época del año lo que está en directa relación con el grado de luz que presentan los días. Y es en Agosto donde, precisamente, la luz llega a sus máximos niveles motivando que las gatas entren en celo.
Todo lo anterior genera que los gatos cambien su habitual comportamiento, pasando desde su tradicional tranquilidad a un estado más activo en donde están dispuestos a aparearse. Eso explica, por ejemplo, que en las noches podamos escuchar corridas y maullidos de gatos caminando o corriendo por nuestros techos.
El ciclo poliéstrico estacional en la gata dura un total de 15 días, tiempo en el cual el animal podría arrancar de su hogar por algunas horas o incluso lapsos de tiempos más largos. Si el animal no queda preñada, el ciclo se renueva ante que la gata quede preñada mientras decenas de gatos abandonados esperan día a día un hogar y una familia responsable que los acogan.
Pese a que la hembra queda preñada, en este mes los machos también se ven expuestos a graves peligros para su salud y su bienestar como es quedar heridos luego de una pelea. Asimismo, existe la posibilidad de contraer sida felino, el cual se contrae por fluidos como es el caso de la sangre o la saliva.
Para evitar todo lo anterior, lo recomendable es esterilizar a los felinos, tanto hembras como machos, donde son variadas las opciones para hacerlo como es el caso de operativos a bajo costo organizados por agrupaciones pro animal o también optar a los operativos del Plan de Tenencia Responsable impulsados por la SUBDERE.
En definitiva, la asociación de Agosto como el mes de los gatos responde por un lado a una creencia popular y por el otro a una explicación científica.
