La denuncia de la ONG CooperAcción encendió las alarmas este martes en Perú. La organización reveló que el 16 de marzo pasado, una resolución de la Presidencia le otorgó una concesión minera a una empresa en la totalidad del área de la famosa y turística montaña de los siete colores.
Así, Vinicunca -el nombre original de la montaña- fue concedida con fines mineros por el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) a la minera Minquest Perú, propiedad de la empresa canadiense Camino Minerals.
El problema, es que más allá de tratarse de un sector turístico, la zona concesionada se superpone parcialmente al área propuesta por el gobierno regional del Cusco para la creación de un área natural de conservación llamada Ausangate.
Así, la montaña está en mitad de la concesión minera denominada ‘Red beds 2’, que abarca una superficie de 400 hectáreas entre los municipios de Cusipata y Pitumarca.
Cabe recordar que el cerro Vinicunca es la montaña sagrada de Cusco, antigua capital del imperio incaico, es también centro del Qoyllurit`i, la mayor peregrinación religiosa de Perú, y reconocida desde 2011 como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco.
Respecto a la denuncia hecha por la ONG, CooperAcción advirtió que el derecho de la minera sobre el territorio prevalecerá sobre los futuros usos del suelo que se le den al área de la montaña arcoiris porque “ya obtuvo sus derechos sobre ella”.
Ubicada a 100 kilómetros al sureste del Cusco, Vinicunca se ha convertido en los últimos años en una de las principales atracciones turísticas de la región junto a las ruinas de la ciudadela inca de Machu Picchu, los andenes incas de Moray, el salar de Maras y el centro antiguo de su capital.
La montaña, situada a unos 5.200 metros de altitud sobre el nivel del mar en la cordillera de Vilcanota, debe el contraste de sus llamativos colores en franjas turquesas, doradas y fucsias, entre otros, por la oxidación de la alta concentración de metales que contiene.
Fuente: Agencia EFE
