Un Decreto de Ley le otorgó esta categoría, lo que debería mejorar su estatus.
La historia genética de La Araucaria se remonta a unos 240 millones años. La Araucaria araucana es una especie dioica, es decir que existen árboles machos y hembras, los cuales cuentan con un crecimiento muy lento. De hecho, para llegar al estado adulto se demora entre 25 y 40 años, y existe una tasa de apenas 15% a 20% de germinación en ambientes naturales.
El problema es que en los últimos 16 años, la especie ha reducido su distribución en aproximadamente 30 mil hectáreas.
Por ello, el miércoles, a través de un Decreto de Ley publicado en el Diario Oficial, la especie fue declarada en peligro de extinción.
Es la primera vez que la Araucaria se declara en Peligro de Extinción, proceso que partió con un estudio presentado por el investigador y director del Departamento de Ciencias Agronómicas y Recursos Naturales de U. de La Frontera, Rubén Carrillo, quien detectó la vulnerabilidad en la cual se encontraban las poblaciones de esta especie en la IX Región.
“Entendiendo que estas son especies milenarias, la velocidad de desaparición de estas poblaciones va a depender de la vulnerabilidad que éstas tengan, la superficie de su distribución, su fragmentación y la intensidad de la intervención antrópica o humana. Por ejemplo, en el sector de Villa Las Araucarias, esta población no supera las 40 hectáreas por lo que es posible su desaparición en menos de una generación futura. Para un ecosistema como éste, puede ocurrir en menos de 200 años, al igual que la existente en el Parque Nacional Nahuelbuta que no supera las 6.000 hectáreas. La superficie total en Chile, considerando la Cordillera de Los Andes, no supera las 254.000 hectáreas.”, explica Carrillo.
El experto agrega que por ello es necesario implementar planes de restauración en áreas que han quedado fragmentadas. “Este Decreto Supremo indica que se debe priorizar estos tipos de programas en las poblaciones de Villa Las Araucarias (comuna de Carahue) y lo existente en los alrededores del Parque Nacional Nahuelbuta”, dice el especialista. Estas pérdidas -añade- han ocurrido por sustitución de los bosques originales, talas, incendios y problemas de abastecimiento hídrico, este último un factor clave para entender la vulnerabilidad actual de este especie primitiva y milenaria, considerada fósil viviente.
Agrega que la promulgación del decreto es una gran noticia, ya que compromete al Estado, a los gobiernos, las instituciones y a la sociedad a conservar esta especie.
“En lo inmediato, se deberían generar programas de conservación, restauración y de educación ambiental, lo que permitirá, de algún modo, pensar en la mantención de estos ecosistemas emblemáticos”.
Hasta la fecha, este árbol nativo era monumento natural, por ende, su protección estaba enfocada en la prohibición de su tala. Para alcanzar esta categoría, implicó un trabajo de un año y siete meses, período en que el equipo realizó seminarios, encuentros con comunidades pehuenches y participación en congresos nacionales e internacionales.
Carrillo dice que entre las razones de su desaparición, están las evolutivas, hay otro tipo de especies que se han adaptado mejor. “Además, la araucaria araucana es una especie muy primitiva, cuya línea filogenética se remontan al período Jurásico de la Era mesozoica, o sea hace 240 millones. Por ello, se caracteriza por una escasa competitividad y plasticidad de establecimiento, por lo tanto, ha desaparecido de muchos lugares en los que han ocurrido incendios. Esto se ha acentuado con la vorágine del hombre, que se ha encargado lamentablemente de acelerar este tipo de procesos”, explica, además de otros factors, como el cambio climático.
Fuente: Diario La Tercera