Luego de que se dio a conocer la decisión de parte del Municipio de Las Condes de reducir la cantidad de rodeos que se realizarán en el contexto de las celebraciones de la Fiesta de la Chilenidad en el Parque Hurtado, se inició un debate en torno al rodeo y el camino que éste debe seguir: la abolición o una mayor fiscalización, con el fin de promover el bienestar animal como propone la Federación Chilena de Rodeo.
En ese contexto, el abanderado de Chile Vamos, el ex Presidente Sebastián Piñera, en entrevista con Radio Sonar, mostró su apoyo al rodeo apuntando a una mayor fiscalización y regulación de la práctica de la actividad.
“Hay que discutirlo más. Yo sería partidario de buscar mecanismos de mayor protección, porque creo mucho en proteger la integridad de los animales, pero el rodeo es parte de nuestra idiosincracia, viene desde siempre, es algo que está en el mundo rural, es parte de nuestra tradición. Por lo tanto, yo no prohibiría el rodeo”, indicó Piñera.
Bajo este contexto, señaló que a su juicio prohibir el rodeo atentaría a las tradiciones de Chile y las cuales se han formado a lo largo de los siglos. “Y tomaría precauciones, que se han tomado, para el novillo que es seguido por dos caballos. Pero de ahí a suprimir el rodeo me parece que atentaría contra algo que es muy propio, muy nuestro y de nuestra tradición y costumbres”, acotó el candidato.
El rodeo, ¿parte de las tradiciones chilenas?
Uno de los elementos que ha destacado en discusión, respecto al rodeo, ha sido la idea de tradición y que si el rodeo es parte de ésta a nivel nacional. Un dilema que el historiador Gabriel Salazar, de la Universidad de Chile, abordó en una entrevista con El Dinamo.
La idea central que aborda el historiador es el concepto de identidad y cómo éste se relaciona con el rodeo. “El concepto de identidad nacional es típico de la clase dominante. El pueblo no tiene símbolos de identidad nacional, tiene costumbres. Me carga el rodeo, fui un par de veces y no le encontré sentido y viendo atrás, los documentos, el rodeo no aparece nunca. El rodeo del que se hablaba antes era el de rodear a los animales que andaban solos en los cerros. No es una fiesta popular, es fiesta de patrones porque ahí no hay mucho trago y no hay sexo, entonces la Iglesia lo permitió”, comentó el académico.
En este ámbito, la interrogante que surge dice relación con el traspaso de la tradición de generación en generación y los grupos que dicho proceso abarca. El traspaso “tiene sentido siempre y cuando recordamos exactamente el origen. Por ejemplo, la cueca en relación a qué personajes aparece, porque la que se baila hoy es muy estereotipada, de salón y la bailan tipos disfrazados de cualquier cosa menos lo que fue el huaso original. El verdadero huaso chilenos para empezar no era patrón de fundo, era un mestizo sin nada. Los patrones, para aparentar ser cercanos a lo popular, adoptan símbolos nacionales que son de los rotos, entonces adoptan la figura del huaso pero la estilizan. Usan símbolos nacionales porque tienen que dominar a toda la nación”, concluyó Salazar.