Aún estábamos en pleno invierno, cuando rescatistas del Santuario Tía Clafira, en la Región de Valparaíso, fueron alertados acerca del caso de un ternero que, a sus cortas dos semanas de vida, había sido atacado por una jauría de perros, con graves consecuencias en sus extremidades, sin que se le prestara ningún tipo de auxilio por casi quince días.
Ante la urgencia de la situación, los miembros de la agrupación no dudaron en recibir al ternero, quien fue trasladado por las mismas personas que dieron el aviso, los que dieron amplias muestras de su sentido de compasión. No lo hizo así su dueño, quien lo abandonó en un galpón a la espera de regalarlo y aprovechar su carne, sin tomar conciencia del sufrimiento del animal.
En el Santuario pudieron constatar que Luismi, como decidieron nombrarlo, tenía sus dos patas delanteras prácticamente cercenadas, con pérdida de musculatura y, por lo tanto, sin movimiento. Su tratamiento comenzó inmediatamente, desde alimentarlo con sustituto lácteo para bovinos hasta realizarle constantes curaciones para retirar el tejido necrosado e intentar evitar infecciones.
El ternero ha estado a cargo de profesionales y especialistas de excelencia; médicos veterinarios ortopedistas que siguen de cerca su caso y están atentos a los requerimientos de su rehabilitación.
La donación de un arnés fue primordial para que Luismi empezara a dar sus primeros pasos, ya que su alto valor habría sido un impedimento para adquirirlo. Pero éste es sólo el inicio de su recuperación; con urgencia se necesita un carro andador para fortalecer la musculatura de sus extremidades y pueda desplazarse. Éste fue cotizado en un valor cercano a los $750.000.
Junto con ello, serán necesarias dos prótesis temporales para que el animal pueda movilizarse. Posteriormente, luego de cumplir un año de vida, se le deberá colocar un par de prótesis definitivas, cuyo costo aproximado es de $2.500.000.
El caso de Luismi no sólo es único si no que también extremadamente complejo; no existen referentes de situaciones similares, ya que usualmente su especie es sacrificada a temprana edad, con la finalidad de dar uso a su carne.
Gracias a la colaboración de muchas personas, hoy este ternero sigue luchando por salir adelante y dar sus primeros pasos, mostrando su fortaleza y sus ganas de vivir.
Pero su historia se sigue escribiendo y las necesidades no decaen. Si quieres colaborar con el Santuario Tía Clafira, en la rehabilitación de Luismi, puedes hacerlo con aportes monetarios a la cuenta que se indica más abajo, y también con donaciones de alimento, frazadas e insumos, como gasas, sueros, apósitos y vendas.
Banco Chile – Cuenta Vista N° 077480047507
Nombre: Carla Correa Jiménez
Rut: 18.236.715-K
Asunto: Rehabilitación Luismi
E-mail: santuario.tiaclafira@gmail.com