Si hacemos un balance de la realidad actual de nuestro país, dentro del crecimiento de las ciudades y sus avances urbanos, vemos que emergen aquellos sectores que denotan una crisis de la cual muchas veces no se habla y se tratan de invisibilizar esas zonas: nos estamos refiriendo a los campamentos que, con historias y contextos diferentes, han ido poblando múltiples puntos de nuestras ciudades. Y los cuales, después de múltiples acciones judiciales, enfrentan órdenes de desalojos y demoliciones, acrecentando el ambiente de precariedad social que no sólo afectan a los humanos de aquellos parajes sino, también, a los animales los cuales se hacen presentes y donde la toma “Nueva Andrés Bello” de la comuna de Quinta Normal, Región Metropolitana, es ejemplo de aquello.
El lugar, durante la jornada de este jueves, será desalojado dejando atrás las mediaguas y construcciones un poco más firmes que fueron poblando el sector. De hecho, ese cambio en el paisaje ya se está dando pues, frente al escenario que enfrentan, muchos de los residentes decidieron iniciar el desmontaje de las construcciones que tenían con el propósito de poder recuperar parte de los materiales que se destinaron para la edificación de ellas. Realidad incierta que afecta a los animales allí presentes también, quienes hoy tratan de sobrevivir entre escombros, basuras y un gobierno local que se ha hecho el “ciego, sordo y mudo” en relación a una política pública local que fomentará la convivencia responsable en la zona y la comuna en general.
Dentro de este escenario de escombros, basuras e incertidumbre, que se palpa al recorrer el sector, emerge el trabajo incansable de dos rescatistas independientes que, con esfuerzo y un amor infinito por los peludos, han buscado ayudar a los peludos de esta toma y de otros lugares aledaños. Ellas son Carolina Reyes y Sandra Carter.
La conexión con el lugar, nos cuenta Carolina, se inició cuando “por el puente miré hacia abajo un día y encontré un perrito que estaba en pésimas condiciones, sin pelo producto de la sarna y flaquito Después pasé al día siguiente y ya eran 12. Y bueno, empecé a mandar mensajes a la página animalista de Quinta Normal, ahí me contacté con una chica que tenía experiencia, porque yo en verdad no conocía mucho del tema”, comentó Carolina y luego acotó: “ella contactó más gente, lo cual hizo que nos reuniéramos un día sábado de septiembre acá de hace 8 años, éramos unas 20 personas Comenzamos a trabajar un sábado, iba a ser solo ese día .Y después una vez que ingresamos a esta calle, nos encontramos con muchos perros más, no sé, 50 perros”, recuerda Reyes.
Fue el puntapié inicial de un trabajo colaborativo, en que se fue construyendo un círculo virtuoso a favor de los animales buscando proporcionarle a cada uno de ellos bienestar mediante las vacunas correspondientes y también desarrollando un trabajo de esterilización gracias a los profesionales veterinarios de la comuna de Estación Central. Cadena de ayuda que se vio complicada cuando el coronavirus llegó a nuestro mundo y, por consiguiente, las restricciones de movimiento; un contexto complicado, mas se continuó apoyando a los peludos mediante el trabajo incansable de Pamela y Valeska.
Un nuevo comienzo
Ya con el término de las cuarentenas producto del coronavirus y el regreso de la libertad de movimiento total, se facilitó el escenario para continuar con la labor de ayuda animal. Si bien al comienzo los perros marcaban la pauta, ahora los gatos eran los protagonistas y en especial las llamadas colonias ferales.
“Comenzamos a ver más gatitos y en algún minuto se sumó Fundación Corazón de Gatos, que de verdad en ese caso fue una bendición. Una bendición pues pudimos empezar a esterilizar y fue maravilloso: la primera vez sacamos como 25 gatos para esterilizar y eso ya ayudaba muchísimo”, recuerda Sandra Carter, rescatista independiente, quién luego añadió: “ aquí siempre ha sido un poquito una batalla alguna vez con las personas, es complejo pues tienen a los perros para cuidar y a los gatos para que los ratones no aparezcan. No hay mayormente cariño, salvo unas pocas personas que los cuidan”, comentó Carter.
Así se fueron esterilizando y catastrando a los gatos del sector, los cuales llegaron a la cantidad de más de 100. Proceso que hoy se ve amenazado por el desalojo, por lo cual se le solicitó formalmente apoyo a la Municipalidad de Quinta Normal, encabezada por la ex dirigente estudiantil Karina Delfino, no teniendo unas respuesta pro activa y concreta por parte del gobierno comunal.
“Nosotras seguimos la regla de la autoridad, el protocolo establecido confiando en que la municipalidad iba a poder ayudar a estos animales que son de esta comuna y son responsabilidad de esta comuna. Pero lamentablemente se armó una mesa de trabajo que no fue respetada, lo digo de verdad: les decíamos de qué manera podemos ayudar a estos animalitos y la respuesta lo estamos viendo. Nos decían si estamos viendo un refugio para perros y ¿cómo se llama?, no les podemos decir; pedimos dos galpones del inicio para que nos entregaran mientras tanto porque todo se venía encima. y nos dijeron que no. Luego pedimos aplazar al desalojo para poder capturar, teniendo respuesta negativa”, enfatizó Sandra.
Y en este sentido, acusan, que no habido una actitud de escucha del Municipio especialmente por la realidad de las colonias de ferales. “El gatito cuando se asusta se esconde, no arranca, a diferencia de los perros, dando como resultado una muerte y matanza gigante: mueren aplastados o atropellados”, comentó Sandra.
Asimismo, la rescatista dijo:”no somos animalistas. Nosotras amamos, respetamos y queremos su bien; me alegro de haber podido hablar bien en este rato porque hemos llorado muchísimo, mucho. Y con razón, porque hay más de 100 animales que si no son rescatados van a morir atropellados, aplastados o de hambre”, señaló, visiblemente afectada, Carter.
Por su parte, Carolina complementa a Sandra diciendo que: “lamentablemente nunca nos vieron, no queremos endosar esto pues lo asumimos en un 100 % hasta el final. Pero, esta gente (el municipio) nos decía vamos a verlo y por detrás estaban viniendo a este campamento a decirles, tienen que irse porque vamos a venir con las fuerzas públicas, bombas lacrimógenas tipo 5 de la mañana y vamos a romper a todo. Eso provocó que la gente comenzara a desmantelar porque se asustó, los gatos se empezaron a esconder y los perros están muy estresados, Luego vienen otra vez y les dicen, les vamos a cortar el agua y les vamos a cortar la luz”.
Sensación de abandono y no ser escuchados por las autoridades
A pesar de que se buscó plantearle en variadas ocasiones la realidad de los animales al Municipio, acusan que nunca hubo una conversación en serio con los actores involucrados para buscar soluciones.
Al respecto, Sandra indica: “la verdad es que le preguntaría a la alcaldesa el por qué no nos ha respetado en esa mesa de trabajo, por qué ha hecho oídos sordos a lo que nosotros le pedimos el 2021, 23 de noviembre -no hay un acta, pero sí hay una foto en Facebook de la alcaldesa en el municipio- y ahora también. ¿Por qué no se ha contactado con la mesa de trabajo que hicimos?, ¿por qué nos ha faltado el respeto? , de verdad que nos sentimos decepcionadas, burladas y nos cuesta creer”.
Actualmente lo que se requiere son apoyo en hogares temporales, adopciones, traslados y pagos veterinarios. Acciones en que nuevamente es la sociedad civil la protagonista.
Las horas ya han pasado y el sol inclemente que nos recibió en la toma Nueva Andrés Bello, va atenuándose paulatinamente. El reloj marca el adiós y nos vamos con sentimientos encontrados, por un lado contentos de que hayan dos mujeres power encabezando la cadena de ayuda en pro de los peludos del campamento y, por otro, con el corazón desgarrado al ver cómo más de 100 animales hoy corren el riesgo de morir aplastados o atropellados por la ausencia de una voluntad política que ayude de verdad a los animales y no se transforme solamente en anuncios vacíos expresados mediante las redes sociales. Los animales nos necesitan ahora y ya con acciones concretas.
Producción: Magaly Cortés.
