30 de Noviembre 2019
Son diez ejemplares de oso pardo. La mayoría de ellos pasaron más de 20 años encerrados en espacios de cemento y rejas. Y hoy se mueven en una superficie de más de cuatro mil hectáreas, en el Wild Animal Sanctuary, uno de los santuarios más reconocidos del mundo, en Colorado, Estados Unidos.
El traslado de los animales se inició la semana pasada desde las instalaciones del Ecoparque Mendoza y terminó con la llegada de los ejemplares a Colorado, informó el Gobierno de esa provincia argentina.
El Ecoparque Mendoza se está reconvirtiendo, lo que incluye un plan de derivaciones de animales. En ese marco ya se trasladaron más de 500 ejemplares de diferentes especies, mientras otros 1.100 ya tienen destino asignado.
Los diez osos pardos (Athila, Fausto, Yogi, Julieta, Sorpresa, Mabel, Esperanza, Libertad, Rosa y Buko) comparten ahora el espacio ya se encuentran disfrutando junto a otras especies de animales de un espacio natural adecuado a las condiciones que necesitan y con una atención brindada por especialistas del lugar.
El Wild Animal Sanctuary es el santuario sin fines de lucro más antiguo y más grande del mundo dedicado exclusivamente a rescatar a grandes carnívoros exóticos y en peligro de extinción, dice el Gobierno mendocino. Está situado sobre 320 hectáreas que se encuentran a 50 km al norte de Denver y 80 km al este de Boulder. El santuario también opera un refugio de 4.000 hectáreas al sur de Colorado, cerca de la ciudad de Springfield, Colorado, que alberga a más de 500 leones, tigres, osos, leopardos, leones de montaña, lobos y otros grandes carnívoros. Es el primer santuario de este tipo en crear hábitats de gran superficie para estas especies.
Las historias de los osos
Mabel. Es la osa más vieja. Nació en cautiverio en el que fue el Zoológico de Mendoza. Vivía sola, confinada en un recinto de “pobre enriquecimiento ambiental”, según señala la provincia de Mendoza.
Sorpresa. Es rosarina de nacimiento, proviene del exzoológico de Rosario. Llegó a Mendoza junto a su mamá Mirtha (fallecida en 2001). Sorpresa tiene 22 años.
Julieta. Nació en el Zoológico de Mendoza. Es hija de Sorpresa y Fausto. Tiene 11 años aproximadamente. Hasta 2016 vivió sola y luego convivió con dos hermanas.
Esperanza, Libertad y Rosa. Nacieron en el Zoológico de Mendoza. También son hijas de Sorpresa y Fausto. Tienen 9 años aproximadamente. Vivieron juntas hasta 2013. Luego, por las limitaciones de infraestructura, debieron ser separadas. Fue recién en 2016 cuando Esperanza y Libertad pudieron reconstruir su relación con su otra hermana Julieta, gracias a las adecuaciones de los recintos.
Athila. Es un adulto rosarino que proviene del exzoo de Rosario. Llegó a Mendoza entre 1998 y 1999. Vivió en un recinto con otros de su especie hasta que, luego de un intento de escape, fue confinado a un recinto en 2000. Athila es uno de los animales que más ha padecido el encierro. Su recinto por 19 horas era una especie de fosa, sin perspectiva de horizonte, lo que imposibilita percibir los estímulos del entorno. Los visitantes del exzoo, al recorrer el paseo, no podían verlo.
Fausto y Buko. Nacido en cautiverio en el Zoológico de Mendoza, Fausto convivía con su hijo Buko en el mismo recinto, donde alternaban salidas al área exterior día por medio, ya que también compartían recinto con Sorpresa. En la época de celo, ambos machos se tornaban conflictivos.
Yogui. Nació en cautiverio en el Zoológico de Mendoza. Es hijo de Fausto. Vivía solo desde hacía varios años. Las secuelas del encierro se hacían evidentes ante el comportamiento estereotipado que presentaba.
Vea imágenes de la llegada de los osos al Santuario, haciendo clic aquí
Fuente: Diario Clarín de Argentina.