WWF ha denunciado que 871 guardaparques han perdido la vida mientras protegían la naturaleza desde 2009, según un estudio publicado por la organización con motivo del Día Mundial del guardaparques, que se celebró hace algunas semanas. Además, recuerda que trabajar conservando la naturaleza se ha convertido en una profesión de “alto riesgo” y anuncian que las víctimas han aumentado este 2018 y superan el centenar en doce meses.
Los resultados de este informe se publican coincidiendo con la denuncia de WWF que cifra el total de muertes de 2017 a julio de 2018 en 107 guardaparques, superior a los 101 asesinados durante el periodo anterior, según datos de la Federación Internacional de Rangers (IRF, por sus siglas en inglés) y la Fundación de la fina línea verde (TGLF).
“De los 107 guardaparques muertos durante el último año, 48 fueron asesinados mientras protegían la vida salvaje que nos pertenece a todos. Otras 50 personas fallecieron en accidentes laborales, debido a la peligrosa naturaleza de su trabajo. Pero estos números no son solo cifras: son hombres y mujeres que han dejado atrás familias. Como la comunidad mundial que somos, necesitamos mejorar el entrenamiento y el equipamiento a los guardaparques para que tengan la oportunidad de volver a casa con sus familias tras una jornada laboral”, ha asegurado el presidente de la IRF y fundador de su rama benéfica, TGLF, Sean Willmore.
La encuesta de WWF ha sido realizada por guardaparques de Asia y África Central. En la actualidad, la organización está realizando la encuesta en África oriental también. Estas regiones ostentan el título de las más peligrosas para la profesión debido a los altos niveles de furtivismo que existen para alimentar la demanda de productos derivados del tráfico ilegal, reclamados sobre todo en China y países vecinos.
El estudio revela también que uno de cada siete guardaparques (el 14%) que trabajan en la protección de la vida salvaje encuestados en países de Asia y África Central ha sido herido de gravedad mientras trabajaban en los últimos 12 meses. El documento se ha publicado en el marco de la campaña de WWF ‘Stop Tráfico’ que ya cuenta con más de 67.000 apoyos.
“Alrededor del mundo estamos viendo un rápido declive de la naturaleza, incluyendo algunas de nuestras especies más queridas. Los guardabosques están en primera línea en su protección y, debido a la naturaleza de su trabajo, no es sorprendente que afronten situaciones en las que su vida está amenazada. Lo que llama la atención es que, a pesar de su disposición a soportar estos riesgos para ayudar a proteger nuestra naturaleza común, muy pocos reciban un sueldo digno y justo, seguros y entrenamiento adecuado“, ha afirmado el jefe de la campaña ‘Furtuvismo Cero’ de WWF y presidente de la Federación asiática de Rangers, Rohit Singh.
En Asia, un guardaparques cobra de media el equivalente a 290 dólares al mes, y en África Central unos 150 dólares mensuales, una cantidad que es, a menudo, la única fuente de ingresos para sus familias. El estudio también revela la falta de seguridad para los guardabosques y sus familiares. A pesar de que el riesgo de daño, e incluso muerte, es muy común dentro de la profesión, solo el 36% afirma tener un seguro que cubre dichas situaciones, según ha indicado la ONG.
WWF insiste en que, si los guardaparques no pueden trabajar tras haber sido heridos o asesinados en acto de servicio, la familia entera es vulnerable a vivir en la pobreza. “Nada puede compensar a aquellas personas que han sacrificado su vida y su sustento para proteger la vida salvaje, pero esperamos que arrojando luz a estos problemas se tomen medidas urgentes para abordarlos y se logre una mejora de las vidas y las condiciones laborales de los guardaparques y sus familias”, ha comentado el asesor técnico de WWF para el crimen de vida salvaje de África oriental, Drew McVey.
Por ello, la organización está pidiendo a los gobiernos una revisión urgente y una mejora de las deficiencias que ponen en peligro la vida de los guardabosques. Estas medidas incluyen un entrenamiento “adecuado”, planes médicos sólidos, así como sistemas de comunicación y aparatos adecuados para las condiciones del terreno.
Fuente: Europa Press.