11 de Agosto 2020
Los montes gallegos, con especial incidencia en la provincia de Orense, sufren un verano más el azote de las llamas. Con el incendio de Lobios (más de 400 hectáreas quemadas) aún por controlar y con el recuerdo de las 1.500 hectáreas arrasadas en Monterrei y Cualedro, se hace recuento del número de animales que han perdido la vida, víctimas de estos fuegos.
Solo en el mes de julio, se calcula que fueron 22.000 ejemplares silvestres, además de los numerosos que resultaron heridos y podrían fallecer posteriormente, según cálculos divulgados por la asociación Libera.
Apunta que los incendios generan, además, “desplazamiento de animales a otros espacios donde hay actividad humana, incremento de conflictos en cultivos y colisiones con vehículos”. Los animalistas realizan esta estimación tomando como referencia los terribles incendios que sufrió Australia a finales del pasado año y cuya investigación se basó a su vez en un cálculo sobre deforestación, acelerado en el tiempo al nivel de destrucción de un fuego forestal en pocos días.
Libera reclama además un mayor uso de cámaras térmicas e invita a la ciudadanía a denunciar a las autoridades los fuegos intencionados ya que eso «puede salvar vidas animales y humanas, y evitar la destrucción de la naturaleza y los daños materiales».
Fuente: abc.es