Uno de los momentos más duros que todos los tutores debemos afrontar se refiere a cuando nos toca despedirnos de nuestros peludos, ya sea por causas naturales o alguna grave enfermedad. Ejemplo de aquello es la historia de una perrita llamada Tunka, de 11 años de edad, que residía en México y la cual tuvo que ser dormida a causa de una enfermedad terminal. El caso fue viralizado por la organización Protectores de Animales Abandonados en Manzanillo
“A Tunka le gustaba viajar, le gustaba ir a restaurantes y pedir una arrachera o rib eye sin sal, le gustaba caminar en la playa y ser muy mimada, amaba sacar la cabeza por la ventana de la camioneta cuando salíamos. Ella tuvo una familia que la quería desde su nacimiento hasta su fin, ella es uno de los motivos por los que empezamos a rescatar, ella nos enseñó muchas cosas. Y por eso y más le hemos dedicado días de publicaciones para darle el hasta pronto”, explicó la agrupación sobre la protagonista peluda de esta historia.
Bajo este contexto, hace un tiempo la can, junto a su familia, visitó al cardiólogo entregando éste un diagnóstico demoledor: “ni cambiando su corazón se podría solucionar. A todos nos llenó de un vacío horrible, costó mucho que nuestra mamá optara por dejarla ir”, explica la entidad mediante sus redes sociales, agregando que a esa altura la perrita no comía por si sola y apenas se podía mover.
Ante eso, la llevaron una vez más a la playa. “Tunka visitó el mar una vez más, sintiendo la arena en sus patitas, mirando el atardecer, rodeada de las personas que la amaban. A ella le gustaba sentir el agua del mar en sus patitas así que la llevamos a la orilla”, señaló Protectores de Animales Abandonados en Manzanillo.
Tras aquello, “su doctora se acercó a ella inicio el proceso de despedida. Permanecimos a su lado: Tunka miraba el cielo. Le gustaba mucho el mar y pudo sentir, una vez más, todo lo que tanto le gustaba”, indicaron los animalistas mexicanos.
De esta manera concluía el emotivo proceso de despedida de Tunka, quién ahora sigue jugando en los cielos junto a los miles de canes que ya partieron de este mundo. Momentos que la organización quiso reflejar a través de un vídeo:
Sin lugar a dudas, una historia emocionante que vale la pena destacar.
Producción: Omayra Méndez.