Tenía el pelo áspero, veía la televisión, dormía con un oso de peluche y le encantaba que le rascaran la barriga. Así era “Tonka”, un wombat australiano que fue criado en el Santuario Billabong en Queensland, luego de que guardabosques lo rescataran de la “bolsa” de su madre que murió atropellada.
El peludo marsupial tenía 7 años y el sábado sus cuidadores debieron sacrificarlo luego de que se descubriera que padecía de una enfermedad renal irreversible. Su muerte ha causado gran revuelo en las redes sociales.
“Te extrañaremos mucho. Nunca olvidaré tu bello contoneo”, escribió un admirador. “DEP Tonka, de tus amigos en Canadá que te recuerdan con cariño”, dice otro de los cientos de comentarios que han publicado en internet personas que aseguran que el wombat fue la parte más memorable de su viaje a Australia.
Y es que “Tonka” era en extremo sociable, algo raro para los animales de su especie. “Él llegó a nosotros cuando era muy joven. Fue criado por miembros del equipo que por la noche lo sentaban con ellos a ver la televisión”, relató Bob Fleming, dueño del Santuario Billabong, al sitio australiano ABC.
Tan acostumbrado estaba a la compañía de las personas, que en 2011 cayó en depresión luego de que la reserva donde vivía tuviera que cerrar por 10 semanas, luego de que fuera arrasada por un ciclón tropical. Entonces, el ánimo de “Tonka” comenzó a decaer, rechazaba la comida y perdió peso.
El wombat no volvió a ser el mismo hasta la reapertura del parque, cuando dejó su plato de comida limpio por primera vez en semanas.
“Tonka” se dejaba querer por los turistas, quienes lo tomaban en brazos para sacarse fotografías con él. También sus cuidadores lo llenaban de cariños y es por esto que para ellos fue muy difícil decidir sacrificarlo.
El cuerpo del adorable wombat será cremado y sus cenizas serán enterradas en el Santuario Billabong, su hogar durante los escasos 7 años que vivió.
Fuente: Agencia AFP