{"id":27310,"date":"2022-06-22T22:12:30","date_gmt":"2022-06-22T22:12:30","guid":{"rendered":"https:\/\/epanews.cl\/?p=27310"},"modified":"2022-06-22T22:49:07","modified_gmt":"2022-06-22T22:49:07","slug":"registran-masiva-muerte-de-pinguinos-en-playas-de-nueva-zelandia-expertos-culpan-al-calentamiento-de-las-aguas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/epanews.cl\/registran-masiva-muerte-de-pinguinos-en-playas-de-nueva-zelandia-expertos-culpan-al-calentamiento-de-las-aguas\/","title":{"rendered":"Registran masiva muerte de ping\u00fcinos en playas de Nueva Zelandia: Expertos culpan al calentamiento de las aguas"},"content":{"rendered":"

Cientos de ping\u00fcinos korora, nativos de Nueva Zelandia y considerados como los m\u00e1s peque\u00f1os del mundo, han aparecido desde el mes pasado muertos por inanici\u00f3n en las playas de la Isla Norte de este pa\u00eds, un fen\u00f3meno que se ha vinculado al calentamiento de las aguas agravado por la crisis clim\u00e1tica.<\/p>\n

Se calcula que desde principios de mayo han muerto unos 500 ping\u00fcinos y si bien se desconoce el n\u00famero exacto de decesos, “ciertamente las cifras reportadas (por el p\u00fablico) en esas Playas del Norte son m\u00e1s altas de lo que normalmente se espera”, dijo este jueves a Efe Graeme Taylor, experto en aves marinas del Ministerio de Conservaci\u00f3n de Nueva Zelandia.<\/p>\n

Las muerte de los korora, que habitan principalmente las islas frente a las costas neozelandesas pero se dirigen a tierra continental para anidar, se han reportado desde el pasado 2 de mayo desde la playa Tokerau, en la zona septentrional de la Isla Norte, hasta la costa de Auckland.<\/p>\n

Los registros de estas muertes se dan en el per\u00edodo (mayo y junio) en que las aves adultas se desplazan a las costas neozelandesas para preparar los nidos, en un esfuerzo enorme para ellos porque tienen que caminar alrededor de 1,5 kil\u00f3metros y trepar 300 metros para encontrar el lugar perfecto entre arbustos, orificios o cuevas y a veces en las casas o cobertizos.<\/p>\n

Las autoridades neozelandesas confirmaron que estos ping\u00fcinos Eudyptula minor, que miden unos 25 cent\u00edmetros y son de color azulado con pecho blanco, murieron por inanici\u00f3n, de acuerdo a an\u00e1lisis preliminares hechos a algunos de los restos y que descartaron que estos decesos estaban vinculados a enfermedades o toxinas.<\/p>\n

Los cad\u00e1veres de los ping\u00fcinos “(ten\u00edan) casi la mitad de su peso normal (que es de 1,5 kilogramos), no ten\u00edan grasa en sus m\u00fasculos y su masa muscular se hab\u00eda reducido. Estaban en mala condici\u00f3n”, explic\u00f3 Taylor al aclarar que las muertes solamente se han producido en las subespecies del norte y no en las del sur, en donde las aguas son m\u00e1s fr\u00edas.+<\/p>\n

Doble calentamiento de las aguas <\/strong><\/p>\n

Las muertes de los korora, una especie catalogada en riesgo de extinci\u00f3n en Nueva Zelandia especialmente por el desarrollo humano en las zonas costeras y por la introducci\u00f3n de nuevos depredadores como los perros, han sido vinculadas al doble calentamiento de las aguas producido por el fen\u00f3meno de La Ni\u00f1a y la llegada de aguas tropicales desde el norte.<\/p>\n

Esta “rara situaci\u00f3n” ha tenido un impacto en estos ping\u00fcinos, que al no poder volar han sido incapaces de seguir a los peces que se han desplazado hacia aguas m\u00e1s fr\u00edas del sur o no han logrado sumergirse m\u00e1s all\u00e1 de los 30 metros, para encontrar alimentos, subray\u00f3 el funcionario del Ministerio de Conservaci\u00f3n.<\/p>\n

Se prev\u00e9 que esta situaci\u00f3n en la que “los ping\u00fcinos intentar\u00e1n salir o encontrar comida en otros lugares” con el riesgo de morir de hambre continuar\u00e1 por unos meses hasta que las temperaturas del mar se estabilicen con el asentamiento del invierno austral, aunque a la larga apunta a ser una tendencia, seg\u00fan sospecha Taylor.<\/p>\n

“Estos eventos est\u00e1n ocurriendo m\u00e1s a menudo, creo que es el tercero en los \u00faltimos cinco o seis a\u00f1os. Antes ocurr\u00eda raramente uno en una d\u00e9cada…y el impacto a largo plazo es que estas aves no tendr\u00e1n tiempo para recuperarse y reproducirse entre estos eventos y la poblaci\u00f3n seguir\u00e1 disminuyendo”, lament\u00f3 Taylor al referirse a las olas de calor.<\/p>\n

Los casos de muertes masivas, por encima de 1.000 de kororas, que han registrado las autoridades neozelandesas en su territorio se dieron en 1974 cuando murieron 4.734 ping\u00fcinos, en 1985 (5.386) y 1998 (3.517), mientras que los datos sobre los decesos de este a\u00f1o a\u00fan est\u00e1n en proceso de recolecci\u00f3n.<\/p>\n

Fuente: EFE<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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