Dos semanas de negociaciones entre 20.000 diplom\u00e1ticos de casi 200 pa\u00edses para alcanzar el Pacto de Glasgow en la COP26 giraron en torno al dinero, el carb\u00f3n y la voluntad de acelerar el progresivo abandono de los combustibles f\u00f3siles.<\/p>\n
Estos fueron los principales puntos de fricci\u00f3n superados para alcanzar un acuerdo:\u00a0<\/p>\n
Reducci\u00f3n de los combustibles f\u00f3siles <\/strong><\/p>\n El Acuerdo de Par\u00eds de 2015, en el que los pa\u00edses se comprometieron a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento del planeta, no contiene las palabras “carb\u00f3n”, “petr\u00f3leo”, “gas natural” o “combustibles f\u00f3siles”. Esto puede parecer extra\u00f1o, dado que el cambio clim\u00e1tico est\u00e1 causado en su inmensa mayor\u00eda por la quema de hidrocarburos, pero explica por qu\u00e9 la primera menci\u00f3n de los combustibles f\u00f3siles en el texto final de una conferencia sobre el clima fue descrita como “hist\u00f3rica”. Aunque sin precedentes, su aparici\u00f3n en el Pacto de Glasgow se fue diluyendo con los sucesivos borradores a lo largos de los d\u00edas. Las centrales el\u00e9ctricas a base de carb\u00f3n “sin mitigaci\u00f3n” son aquellas que no utilizan tecnolog\u00eda de captura de CO2 para compensar parte de los gases que emiten a la atm\u00f3sfera. La Convenci\u00f3n Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Clim\u00e1tico de 1992 reposa en dos pilares: la mitigaci\u00f3n -que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero- y la adaptaci\u00f3n- para ayudar a los pa\u00edses desfavorecidos a prepararse para las consecuencias del cambio clim\u00e1tico-. Pero desde que se redact\u00f3, los impactos clim\u00e1ticos se han hecho evidentes y su coste se mide ya en miles de millones de d\u00f3lares.<\/p>\n En este contexto, la conferencia de la ONU introdujo el concepto de “p\u00e9rdidas y da\u00f1os” para cubrir las cat\u00e1strofes provocadas por el cambio clim\u00e1tico para las que ya es demasiado tarde para actuar o imposible prepararse.<\/p>\n “Cuando no se lleva a cabo suficiente mitigaci\u00f3n se entra m\u00e1s en el espacio de la adaptaci\u00f3n, y cuando no se hace suficiente adaptaci\u00f3n hay que hacer frente a las p\u00e9rdidas y da\u00f1os”, explic\u00f3 a la AFP Aiyaz Sayed-Khaiyum, ministro de Econom\u00eda y Cambio Clim\u00e1tico de Fiyi. Sin embargo este concepto nunca fue dotado de verdadero contenido. Y en Glasgow se rechazaron los pedidos de los pa\u00edses en desarrollo para que se creara “un mecanismo” espec\u00edfico de financiaci\u00f3n por el temor de Estados Unidos a que esta medida pudiese obligarle a tener que pagar miles de millones o incluso billones de d\u00f3lares en compensaciones.<\/p>\n El acuerdo recoge simplemente la creaci\u00f3n de un “di\u00e1logo” en el plazo de un a\u00f1o para “discutir el establecimiento de financiaci\u00f3n para estas actividades”.<\/p>\n Acelerar la ambici\u00f3n clim\u00e1tica <\/strong><\/p>\n En el Acuerdo de Par\u00eds, los pa\u00edses acordaron actualizar sus planes de reducci\u00f3n de emisiones cada cinco a\u00f1os. La primera serie de revisiones deb\u00eda realizarse a finales de 2020, pero la mayor\u00eda no se presentaron hasta 2021 debido a la pandemia de covid-19. El controvertido mercado del carbono<\/strong><\/p>\n Uno de los debates m\u00e1s espinosos de los \u00faltimos a\u00f1os en las negociaciones de la ONU sobre el clima ha sido el art\u00edculo 6 del Acuerdo de Par\u00eds, que concierne al comercio internacional de los denominados “cr\u00e9ditos de carbono”. Se teme que, si se establece de forma incorrecta, los pa\u00edses puedan comerciar con reducciones ambiguas que encubran en realidad su incapacidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.<\/p>\n Laurence Tubiana, que ayud\u00f3 a elaborar el Acuerdo de Par\u00eds como negociadora principal de Francia, consider\u00f3 que el nuevo texto ha “cerrado algunas de las atroces lagunas, como la doble contabilidad” por los pa\u00edses compradores y los vendedores.<\/p>\n “Pero no es suficiente para evitar que las empresas y los pa\u00edses de mala fe jueguen con el sistema”, dijo a la AFP, insistiendo en la necesidad de un organismo de control que supervise su funcionamiento. Lamentablemente, dijo, “se elimin\u00f3” una disposici\u00f3n que preve\u00eda el uso de una tasa sobre algunas de las transacciones para ayudar a los pa\u00edses m\u00e1s desfavorecidos a adaptarse al cambio clim\u00e1tico <\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Dos semanas de negociaciones entre 20.000 diplom\u00e1ticos de casi 200 pa\u00edses para alcanzar el Pacto de Glasgow en la COP26 giraron en torno al dinero, el carb\u00f3n y la voluntad de acelerar el progresivo abandono de los combustibles f\u00f3siles. 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Y el s\u00e1bado sufri\u00f3 una dram\u00e1tica modificaci\u00f3n impuesta en el \u00faltimo minuto por India y China que redujo su menci\u00f3n a un llamado a “acelerar los esfuerzos hacia la reducci\u00f3n progresiva de la energ\u00eda producida con carb\u00f3n sin mitigaci\u00f3n y el progresivo abandono de las ineficaces subvenciones a los combustibles f\u00f3siles”.<\/p>\n
P\u00e9rdidas y da\u00f1os del cambio clim\u00e1tico <\/strong><\/p>\n
La primera serie de revisiones deb\u00eda realizarse a finales de 2020, pero la mayor\u00eda no se presentaron hasta 2021 debido a la pandemia de covid-19.
Pero como las emisiones siguen aumentando y los cient\u00edficos advierten de que el mundo s\u00f3lo tiene una d\u00e9cada para reducirlas dr\u00e1sticamente, aumentaron los llamados para que se realicen nuevas actualizaciones antes de 2025. Pese a las reticencias de pa\u00edses como China, India y Arabia Saudita a acelerar su calendarios, el Pacto de Glasgow “requiere a las partes que revisen y refuercen sus compromisos para 2030 (…) como sea necesario para alinearse con el objetivo de Par\u00eds” antes de finales de 2022.<\/p>\n
(La nota es de la agencia internacional AFP)<\/p>\n\n\n