A través de una carta publicada en las redes sociales, la familia propietaria de la perrita que se ahorcó en la ciudad de Copiapó entregó su versión de los hechos. Junto con demostrar su tristeza infinita por el hecho, explicaron que la perrita fue amarrada el día domingo a causa de que el portón presentaba importantes fallas producto del anegamiento que sufrió el inmueble por el aluvión de principios de año.
Reproducimos la carta en su totalidad:
“Como familia queremos manifestar nuestro profundo dolor por la pérdida de nuestra mascota, la cual criamos y cuidamos cerca de un año hasta su triste muerte este domingo. Una pérdida que ocurrió por un accidente lamentable, como el que le podría pasar a cualquiera y con el que estamos profundamente dolidos. Nunca hubo voluntad de hacer daño, nunca.
Queremos explicar cómo se dieron los hechos, puesto que la perrita fue amarrada transitoriamente para prevenir que se escapara mientras íbamos a una tienda para adquirir los elementos necesarios para reparar el portón que tenía daños. Un portón cuya bisagra inferior se fue deteriorando con el pasar de los meses debido a la anegación que sufrimos en marzo pasado, y que cedió por completo rompiéndose este fin de semana, quedando medio abierto. Al quedar así, nuestra perrita se escapaba y por eso, en nuestro afán de prevenir algún tipo de daño, ya que como era juguetona, podría escaparse y empujar o lastimar a algún hijo o hija de nuestros vecinos, es que decidimos amarrarla mientras salíamos a comprar. Como nunca la habíamos amarrado utilizamos un cordel que probablemente no era el correcto, y ella al no tener la costumbre de estar en esta situación, buscó liberarse y finalmente murió por asfixia. Mientras estábamos en la tienda, recibimos el llamado de mi suegra que estaba a esa hora en mi casa cuidando a mi hija, comunicándome que nuestra perrita se había ahorcado y con la consiguiente pena que ello nos provocó, sobre todo al ver que nuestra hija perdió a su mascota y lloraba amargamente.
En ningún caso hemos sido, ni somos maltratadores de animales, esto es fue un accidente absolutamente involuntario que nos duele en lo más íntimo de nuestro núcleo familiar, puesto que nuestra mascota Pascal era parte de la familia, y más allá de la condena por la que se nos culpa en redes sociales y medios, lo que más nos duele es perder a un ser que vimos crecer y era parte de nuestro hogar y que cuidamos responsablemente, incluso cuando nuestra casa estaba inhabitable producto del aluvión, y donde la trasladamos a casa de un familiar que la cuidó como es debido.
Nos preocupa la exhibición de nuestra privacidad y si bien entendemos la preocupación de las personas, queremos hacer patente que dimos constancia sobre lo sucedido a las autoridades respectivas, ya que es muy fuerte perder a un miembro de la familia en estas circunstancias y más aún cuando de una tragedia cotidiana y personal se hace una noticia donde se nos expone en redes sociales deseándonos y promoviendo agresiones físicas y verbales contra una familia común y corriente de copiapinos que está pasando por una situación tremendamente dolorosa.
Atentamente Familia Ruíz-Herrera”.