#TENDENCIAS Osvaldo Durán y su labor pro animal: “Los animales son parte de la naturaleza y uno debe respetarlos”

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Al pensar en nombres de hombres dedicados al rescate y defensa de los derechos de los animales, destaca el de Osvaldo Durán Carrillo, electricista de profesión y con años de experiencia en rescates de animales, por su entrega y compromiso por la causa a la cual se dedica día a día. Un trabajo que le llena el alma, tal como acontece con su familia e hijos, según nos confiesa.

Las motivaciones y sueños que pretende ver convertido en realidad para el mundo de la protección animal, es lo que nos cuenta Osvaldo un domingo al atardecer cuando el día comienza a apagarse y las luces de  la ciudad  empiezan a hacerse presente. Fue una conversación  entretenida en torno a  lo humano, divino y animaluno con un hombre que se define como “rescatista y amante de la naturaleza, amante de los animales y la vida silvestre”.

Los inicios como rescatista

-Viendo tu vida en perspectiva, ¿Cómo comenzaste a acercarte a la vida animal y el ser rescatista?

Osvaldo Durán, rescatista

“Es algo de siempre, que lo he contado un par de veces antes. Desde muy niño veía cuando los chicos tomaban los animales, había un vertedero cerca de donde vivía en Peñalolén, tomaban las lagartijas y las mataban de manera súper cruel. Las cazaban y las echaban dentro de botellas, botellas de bebidas desechables te estoy hablando, donde fácil adentro habían entre 20 y 30 lagartijas todas apretadas entre ellas y los pocos pesos que tenía los ocupaba para comprarle las lagartijas. Las liberaba en la muralla de mi casa, donde había una enredadera, dejaba que vivieran ahí tratando de extender su vida.

Las lagartijas salían desde un lugar donde había mucha mugre y basura, había varios tipos de animalitos como culebras y arañas pollito. Los cabros se ensañaban mucho con las lagartijas, que por cierto habían muchas en el lugar.

Entonces, viene desde siempre por un tema de respeto a quien tengas al frente, ya sea una persona o un animal o un árbol, uno no puede venir a destruir al mundo. Uno tiene que venir a disfrutar, pero sin dañar y si puedes aportar ¡mejor todavía¡”.

-En ese contexto, la pregunta que surge es ¿Qué ha significado para ti los animales en tu vida?

“Los animales, como te decía antes, son parte de la naturaleza y uno debe respetarlos. En lo personal, no soy creyente pero creo que esto (el mundo) es un sistema muy grande cuando hablo de la naturaleza en general como el planeta, las aguas, las nubes, los animales, nosotros mismos –nosotros somos animales, aunque mucha gente difiere de eso y que dice que los animales están por debajo de nosotros. Yo creo que nosotros somos unos animales que evolucionamos en nuestra manera de conquistar el mundo-. Somos todos miembros  del mismo sistema, donde nos debemos respeto unos a otros, lamentablemente no ha sucedido asi”.

Experiencias de rescates

-A lo largo de tu vida de rescatista has participado en diversos rescates de animales, siendo uno de los más emblemáticos el rescate y posterior denuncia del sujeto que llevaba dos perritos en una bolsa en plena carretera. Viendo el caso en perspectiva, ¿qué recuerdos te trae? y ¿qué enseñanzas te dejó?

“Ya vamos para los cuatro años que sucedió eso, donde me dejó varias enseñanzas tanto desde una perspectiva legal para ver cómo funciona el sistema de denuncias en Chile y harto aprendizaje. También, tenemos el tema de cómo la gente ve a los animales.

Luis Soza, que es la persona que esa vez cometió el error de trasladar a esos animalitos de esa forma generándoles daños al animal que ni él tenía claro que sucedían​, no era una persona mala. Después, yo conversé con él – mucha gente me pedía la dirección de él para casi ir a lincharlo, pero uno tiene que conocer a la gente; en su caso cometió un error que fue tomar a esos animalitos que estaban afuera de su casa y los traslado a otro lado, pero igual los fue a abandonar; alguien los abandonó y la cadena del abandono siguió, eso se ve mucho y esto pasa por la falta de conciencia. No todo el mundo tiene la suficiente conciencia y respeto con los seres vivos.

Ahora tarde o temprano, eso es otra cosa que aprendí, todos pagamos los errores que cometemos y entonces debemos ser más respetuosos y cuidadosos con los seres vivos.

Conocí a mucha gente después de eso, porque se hizo muy mediático, incluso del extranjero me llegaban correos pidiendo autorización para transmitir el video de la denuncia y de todo lo que había sucedido, se mostro en canales Europeos, México y Estados Unidos. Obviamente se los daba, porque la idea es que el mundo entienda que debemos respetar a los animales y donde no nos podemos andar deshaciendo de ellos como si fueran cosas, son seres que sienten, son muy sensibles. En especial los animales abandonados sufren, porque sienten mucha pena de partida por no ver a la persona con la que vivían, aunque la persona los hayan maltratado. Ven de nuevo a esa persona y a pesar de los golpes recibidos, igual les mueven la cola. Los animales no son rencorosos. Los animales sufren mucho, encontrarse en un lugar que no conocen, el no tener comida y tener que empezar a pelear por una bolsa de basura con otros animalitos que están en la misma situación de ellos. Una vida pésima es la que llevan ellos.

Entonces, uno comienza a ver el abandono desde otra perspectiva, porque al principio mucha gente parte alimentando y claro empatiza con el dolor de los animales. Pero, después empiezas a ver otras cosas más.

Por ese caso, también, conocí el caso de muchas personas que están solas y su única compañía son los animales, se refugian en ellos. Ves de todo, desde gente que ayuda a los animales de forma consciente y hay otros que se equivocan, comienzan a llenarse de animales tratando de ayudarlos y al final les generan daño. Ahí la línea entre el rescate y el acopio de animales pasa a ser un maltrato, tanto para los animales como para los humanos. No hay que perder la visión de lo que uno está haciendo”.

Reflexiones en torno al rescate animal

-Ahora, pensando en lo positivo de esta tarea, ¿qué elementos consideras que se deberían relevar respecto del proteccionismo animal, ¿cuál es el mensaje que te gustaría entregar a la comunidad pro animal en ese sentido?

“Yo creo que hay varios mensajes, pero lo más importante en este rato es que la ley no ayuda mucho en términos de tener cubierto todo lo malo que le sucede a los animales. Pero lo poco que hay, debemos aprender a usarlo y la gente no sabe cómo se usa: por mucho tiempo publiqué mi número de teléfono, ofrecí a mi abogado para hacer denuncia y la verdad debo haber ayudado de esa forma unas dos o tres veces, no más que eso. La gente hace las cosas a su pinta, siendo que debemos hacer las cosas bien si uno quiere ayudar, no quedarse en que las organizaciones deben tomar el peso de todo y que el Gobierno se hará cargo de todo, no lo han hecho hasta el momento. Y no lo van a hacer. Entonces, los pocos recursos existentes y la voluntad de la gente que es mucha, debemos optimizarla aprendiendo a trabajar en equipo.

Ese es un mensaje para todos los animalistas, me he encontrado con mucho animalista que dice prefiero trabajar solo, pues han tenido malos ratos con mucha gente, pero también porque cada uno le quiere poner de su cosecha o le gusta las cosas a la pinta de ellos pues llevan mucho tiempo haciendo las cosas solos. Entonces, si no aprendemos a trabajar en equipo, no estamos unidos, no vamos a poder doblarle el brazo al Estado en este caso para que nos tome en cuenta. Necesitamos organizarnos y unirnos, independiente de que hay muchos casos de personas que abusan del dolor que sufren los animales.

Me  ha tocado varias veces denunciar a gente que vive de esto y lo voy a seguir haciendo, cada vez que vea y soy bien cauto en eso pues investigo los casos de maltrato, investigo todo. Si me dicen que tal persona se queda con los recursos, que son escasos y muchas personas lo entregan con gran esfuerzo y cariño sobre todo gente bien adulta – que ganan pensiones bastantes chicas y así todo manda $10.000 o más, lo hacen con bastante esfuerzo-. Entonces, que esa plata no vaya destinada a los animales sino a cosas personales, esas personas echan a perder todo. Se pierde la credibilidad y cuando realmente se necesitan los recursos con casos reales, la gente no aporta porque ya no confía. Entonces, ese tipo de cosas hay que denunciarlas donde corresponde y no por Facebook: teniendo pruebas, hay que hacer la denuncia formal.

No quedarse ahí pensando en pucha nos van a ver desunidos, hay gente que ostenta distintos cargos en organizaciones ficticias y buscan detrás de eso conseguir un puesto político. Si la persona realmente hace las cosas que dice lo encuentro bien, pero si esa persona no hace nada y se dedica a publicar lo que hacen otros es una sinvergüenza y esas cosas debemos acabarlas, porque necesitamos que nuevamente haya credibilidad, que la gente vuelva a creer que si hay personas que hacen la labor bien y lo hacen por amor. Conozco a muchos rescatistas que si lo hacen, donde su vida son los animales y se sacan la cresta por ellos y lo hacen bien. A esa gente hay que apoyarla, muchas veces estas personas no tienen los recursos y el apoyo gracias a estas otras personas que gastan su tiempo publicando todo en redes sociales donde muchas veces son cosas que, en definitiva, jamás hicieron. Se debe ser más serio y correcto, no cuesta tanto”.

Rescates significativos 

-Haciendo memoria de todos estos años de rescatista, ¿qué casos de rescate se te vienen a la cabeza, los cuales hayan sido significativos para ti?

“Tenemos el caso del Toqui con el Roger, que son dos perritos que estaban en una casa en Maipú amarrados con tremendas cadenas. En el caso del Toqui, tenía una huincha supuestamente amarrada en su hocico.

Cuando los rescatamos, llegamos con la PDI y Chilevisión a la casa, no salía gente y al final uno de los efectivos de la PDI decide abrir la puerta, que estaba sin llave. Entra y habla con la gente que estaba escondida, donde les dice ¿por qué tienen al perro con esa huincha en la boca? y a lo que responden ¿qué huincha?.   Lo vamos a ver y no es una huincha, era su pelaje y sus pelos eran blancos, el perro tenía una huincha marcada con su pelaje. Gracias a eso es que llegamos ahí, la gente accedió después a entregarlos cuando la gente de la PDI se lo pidió; logramos sacarlos de ahí.

Fue súper bueno sacar a los dos perritos porque ambos iban desnutridos con distemper y estuvieron en la Clínica del Doctor Maximiliano Ríos, donde él les puso el tratamiento correspondiente y gracias a su trabajo los perros se salvaron. Maximiliano, el veterinario, les hizo bien el tratamiento y los perros después de un mes se fueron de ahí.

Toqui conociendo el mar

¿Por qué ese caso es especial?, una porque si el Toqui con el Roger se hubiesen quedado ahí se hubieran muerto porque estaban amarrados con unas cadenas enormes que ni a los balones de gas de 45 kilos les ponen, apenas se las podían en sus cuellos. El Toqui es un perrito que ya, en ese tiempo, tenía la visión parcial en un ojo y en el otro ojo ya la tenía perdida. Además, ese caso lo recuerdo porque una persona me pidió ayuda y después la persona se desligó del caso, quedándome una deuda con el veterinario Maximiliano Ríos que hasta el día de hoy no se la he podido pagar que son $200.000, después se fueron a un refugio y se pagó ese refugio acabándose la plata para ese refugio porque dejaron de depositar y hubo que sacarlos de ahí, después se fueron a otro refugio y en ese refugio también debo plata que es donde Claudia Menares, luego se fueron a un refugio en Cartagena- a la costa- y que se trasladó al Quisco. La persona que tiene ese refugio, que es Lorena Ortega, me dice un día Osvaldo no vas a tener muchas posibilidades de sacar a estos perritos de acá porque tengo un tercer caso, donde también se olvidaron del perro. Ahí me dice si le puedo dar en adopción al Toqui, la Lore teniendo perros propios y otros perros por los cuales recibe re poca plata de sus madrinas decidió adoptarlo.

Le dije ¿Lore cómo te vas a quedar con este perro? y me dice sabes que con el Toqui nos pasó algo bien especial. El Toqui se ha dado mucho y anda para todos lados conmigo, pese a que era bien arisco cuando llegó al refugio. Con ella ya no tira mordiscos a la gente, como era en el principio.

Lorena llevó al Toqui a conocer el mar, lo metió al agua y saltaba de felicidad. Se creó un vínculo muy especial entre ellos dos, se lo di en adopción y el refugio de la Lore ahora se llama La Casa del Toqui: porque esa es su casa, una casa para perritos viejos y con discapacidades o capacidades distintas. Y tuvo un final bonito.

Y los otros dos que quedaban, uno se fue adoptado hace poco más de una semana y entonces va quedando solo uno. Los otros dos tienen a alguien que los cuida de manera permanente, tienen familia en el fondo.

De ese caso me recuerdo puntualmente, no tengo tanta memoria para recordar tanto. Tengo otros casos también, no sólo propios sino también de otros, colaboro con varias personas y organizaciones que confían en mí y me piden ayuda, orientación. No importa la comuna ni el lugar, aunque sea fuera de Santiago, voy e investigó para luego hacer las denuncias como corresponden. Con mi abogado se siguen los casos y logramos rescatar a los animales, persiguiendo las responsabilidades penales a través de las querellas y juicios.

Entonces, si a mí me han resultado las denuncias, a los demás también les puede resultar. Pasa por un tema de educarse un poquito más, respecto a cómo se hacen las denuncias. Y no ser tan soberbios, recibir la ayuda de otros y no pensar que uno se las sabe todas. Yo no me las sé todas, todos los días aprendo algo nuevo y respeto harto el trabajo que hacen los demás porque al final todos somos un equipo: hay que tener esa visión, ver que aquí no hay competencia porque aquí todos estamos para ayudar a los animales y lo ideal es que nos podamos apoyar. Eso al final nos genera ganancias para los animalitos”.

La experiencia de la Red Animalista Coordinadora de Maipú

-A lo largo de la entrevista, tú has abordado constantemente la necesidad de trabajar en equipo en pro de los animales. En ese sentido, sabemos que estás impulsando la Red Coordinadora Animalista de Maipú, de la cual te queremos preguntar ¿cómo ha sido la experiencia y cuáles son los desafíos que se ven en dicho proyecto?

“La idea de formar la Red Animalista Coordinadora de Maipú nace porque hay organizaciones en la comuna, las cuales no son muchas y de hecho las que tienen personalidad jurídica no son ni la mitad de las que figuran en papel, que trabajan independientemente y no hay una coordinación entre ellas. La idea mía es que exista una coordinación entre las organizaciones, porque no todas ven los mismos sectores, entonces queremos tomar un plano, ojala se pueda replicar en otras comunas, ver qué sectores son vistos por una determinada organización. Comenzamos a ver que hay sectores que no los está ayudando nadie: hay mucho rescatista independiente y debemos optimizar los recursos, lo poco y nada que tenemos debemos tratar de hacerlo cundir para que llegue donde corresponda. Así  no nos quedamos pegados en lugares icónicos, como, si hablamos de Maipú, Rinconada, Plaza de Maipú y Camino de Melipilla.

Hay muchos otros lugares que no los está viendo nadie, por ejemplo el otro día me dijeron de todo un cordón de empresas industriales que en la parte posterior de dicho lugar está “lleno de perros vagos no los va a ver nadie”. Entonces, vamos a ir a verlos, vamos a empezar a hacer un catastro para ver cuantos perritos hay. Puede ser que vaya una persona una vez a la semana, no lo sabemos, por eso la idea es conocernos entre nosotros y apoyarnos mutuamente.

Obviamente no tenemos recursos, porque más de alguien me preguntó por el beneficio si se unía a la red. Realmente nosotros no tenemos recursos, pero lo que estamos ofreciendo es trabajar mancomunadamente y apoyarnos, ver los recursos que tiene cada uno y cómo nos podemos apoyar: todos realizamos trabajos distintos – hay algunos que alimentan, otros rescatan y en mi caso yo veo el rescate más duro, más complicado donde hay violencia del humano hacia el animalito a través de golpes, que no le dan comida o los someten a distintas cosas. Aquí tú ves de todo, hasta violaciones-.

Como se ve, todos hacemos pegas distintas, donde nos podemos complementar. La persona, entonces, que ve animalitos y los va a alimentar no tiene experiencia en rescate, bueno aquí hay rescatistas que pueden ayudar y se va a rescatar al animal. O tenemos un perrito fracturado, hasta el momento tengo dos clínicas veterinarias donde puedo llevar perritos fracturados que están en Maipú y la otra en Independencia-. Si otras personas tienen otras informaciones, que bueno, pues así vamos agrandando nuestro espectro de datos para llevar y cuidar a nuestros animalitos.

Dado a eso es bueno conversar, para poder coordinarnos. De hecho la red  se llama así, es una red coordinadora: no es un lugar donde haya un jefe y todos los monos deban bailar, así no funciona y de manera natural me dejaron coordinando a mí. No es algo que me acomode en el 100%, porque en este rato tengo menos tiempo que en ocasiones anteriores para poder rescatar y hacer todo eso. Es un poco desgastante tratar de movilizar a un grupo de gente, donde algunos están 100% comprometidos en participar y colaborar y otros, en cambio, no lo están. Son el freno, no se dan muchas veces cuenta, pero frenan todas las ideas o proyectos. Ahí estamos trabajando para mejorar la Red y en consecuencia la calidad de vida de los animales de la comuna”.

Mensajes Finales

-Ya concluyendo la entrevista, ¿cuál es el mensaje final que te gustaría entregar?

“Lo que siempre recalco es que nos coordinemos, aprendamos a trabajar en equipo… antiguamente cuando tenía un centro cultural el problema que tenía era con una batucada con la cual contábamos: a veces no querían tocar porque estaban enojados con el de más allá, pero al final después de hablar con ellos tocaban y trabajaban en equipo. En el mundo animalista hay que empezar a valorizar a todo el mundo, en el caso de Maipú tenemos gente de bastante edad que se han preocupado de los animales por muchos años y hay gente joven que viene con mucha energía y a veces ellos no miran y pasan a llevar el trabajo de toda esa gente. Para aprender a trabajar en equipo hay que dejar de ser tan soberbio, darse cuenta que hay gente que sabe más que uno, darse cuenta que gente que vive día a día la realidad del sector donde vive y no porque uno sepa un poco más va a llegar de una forma avasalladora pasando por encima de los demás.

Una de las cosas que aprendí trabajando con jóvenes, hace unos 16-17 años atrás, es que las realidades locales son todas distintas y eso es muy importante tenerlo súper claro. Esto, porque cuando tú vas a una comuna como Maipú por ejemplo, que tiene muchos sitios urbanos pero de distintos estratos sociales, te das cuenta que en todos lados hay maltrato y abandono pero de forma distinta: después vas al lado más rural y también hay abandono y maltrato pero de forma distinta a lo urbano. Entonces, no puedes encasillar el abandono y maltrato de una forma, hay distintas formas, eso se da en todos lados de nuestro país.

Estamos a la espera de la votación del proyecto de la Ley de Tenencia Responsable (Nota de la Redacción: la cual esta semana fue aprobada unánimemente por parte del Senado), donde la Bancada PARDA logró introducir algunos elementos relacionados con el aumento de las penas por maltrato animal. Es algo súper bueno, que todos debemos valorar y donde debemos entender que este es un trabajo colectivo, no de una sola persona como alguien anda diciendo por ahí.

Quiero que quede súper claro, esa persona es Patricia Cocas y ella solamente anda detrás de un puesto político y lo que quiere en este minuto es ser CORE, lo voy a publicar en mi Facebook. Ya no fue concejal y ahora quiere ser Consejera Regional, asi no se hacen las cosas, no queremos eso, si quiere trabajar que no use la causa y engañe a la gente, que lo haga como lo hacemos todos”.

¿Quieres proponer a alguien en particular para la sección #HistoriasdeRescatistas?. Si es así, escríbenos a contacto@epanews.cl contándonos las razones de por qué destacarías la labor de dicha persona en pro de los animales.