#OPINION ¿Qué movimiento animal necesitamos hoy en día, a lo largo de Chile?

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La siguiente columna fue redactada por el Colectivo Cardumen, agrupación ciudadana y social nacida de base estudiantil que busca en su actuar trabajar las distintas demandas emanadas de los diversos actores sociales y entre los cuales están los animalistas.

El caos político actual se puede sentir de muchas maneras, en la sensación de crisis cada vez más latente, en la cada vez más generalizada desconfianza hacia las instituciones, en la crisis de la democracia en su forma actual. A la vez que la crisis abre la posibilidad del cuestionamiento, también pone sobre la mesa el deber de organizarse y con ello aparecen organizaciones de todo, porque si algo está claro para todos, es que para conquistar objetivos más grandes que yo, necesito más fuerzas que solo las mías, y así se parte a pensar en grande, porque de ser muchos y tener las cosas claras, nadie podrá detenernos.

En este sentido ¿qué se puede plantear desde el animalismo y cómo eso puede ser llevado acabo? Es una pregunta inmensa, pero aún así queremos esbozar una especie de idea, que a grosso modo deje ver la manera en al que nosotros como Colectivo Cardumen vemos la cuestión.

Primero, nos parece que el problema animal en Chile y el animalismo en Chile, vienen muy atrasados en comparación a otros países. En Zurich,  por ejemplo,  algunos animales tienen incluso el derecho a ser defendidos por un abogado en casos donde se vulneren sus derechos, por otra parte, en Argentina el movimiento animalista está mucho más relacionado tanto con los medios de prensa como con la opinión pública, siendo por lo mismo un movimiento más masivo y articulado que con lo que contamos hoy aquí.

Aún así cabe destacar que en Chile en los últimos años han habido avances respecto a leyes de protección animal y los animalismos han crecido, tanto en sus ideas como en su convocatoria. En definitiva han habido avances, pero nos falta muchísimo.

A la hora de decidirse a impulsar una idea desde el animalismo, nos damos cuenta que hay un amplio número de organizaciones, ong’s, fundaciones, etc, que se presentan como oportunidad para poner en práctica el animalismo. Pero a pesar de la cantidad de agrupamientos, las perspectivas no difieren mucho.

Comida sin crueldad animal

Nosotros diferenciamos principalmente dos: primero vemos que hay muchos animalismos que caen rotundamente en el bienestarismo y en el voluntarismo, por ejemplo como pasa con los rescatistas, que si bien hacen un trabajo muy necesario con el rescate de animales, su trabajo queda corto de perspectivas sin una  profundización política y filosófica que lleve esa empatía a todos los animales y no solo a aquellos que tienen una relación más estrecha con nuestra especie. Otro tipo de bienestarismo lo identificamos directamente con el reformismo político que busca sobre todo impulsar reformas legislativas de índole animalista; nosotros compartimos con ellos la idea de luchar porque los derechos de los animales se materialicen en leyes concretas, pero diferimos con su ingenua confianza en las instituciones y en los partidos tradicionales, y también con su manera elitista de funcionar: por arriba, lobistamente, lo que los lleva a conformarse con leyes que se tramitan en decenios o cuando tal o cual candidato necesita hacer proselitismo político, esa misma manera de funcionar los hace moverse “solo por arriba” o en función de lo que ahí sucede.

Otro animalismo, de corte abolicionista se concreta sobretodo a través de las ideas del veganismo, desde donde se llega a relacionar muy bien con ideas anarquistas, sobretodo de corte individualistas, obviamente por su característica individual de la estrategia política que es la restricción personal de usar o comer tal cosa. Las variantes más individualistas el abolicionismo son las más sectarias y ortodoxas, cuestión que se condice con su incapacidad para plantear cualquier propuesta viable a nivel social, e incluso lo que dificulta su capacidad de trabajar con otras organizaciones. Aún así, el abolicionismo es mucho más que solo veganismo y salidas individuales al problema, se caracteriza por sobre el bienestarismo en que tiene consideraciones filosóficas más profundas, como la reivindicación del antiespecismo, camino que necesariamente tiene que tomar cualquier animalismo que se plantee el problema de los derechos de los animales.

Así y todo, podríamos decir que a pesar de las similitudes entre los animalismos, la variedad se produce como es de esperar, en la forma que toma cada organización, habiendo algunas más sectarias que otras, o con un abolicionismo más ortodoxo , o centradas completamente en la dieta vegana, o formadas solo como plataformas para crear ideas programáticas y legislativas, etc. Hacemos este panegírico con la idea de graficar la diversidad y la homogeneidad de lo que podríamos denominar animalismo en Chile, cuestión que tenemos que tener en cuenta a la hora de querer sacar balances para seguir con la construcción del animalismo.

No nos hacemos parte de la polémica en la que abolicionistas y bienestaristas se critican unos a otros sin ser capaces de ver las cosas buenas y malas de cada postura. Creemos que los bienestaristas hacen bien al rescatar animales, o al tener en cuenta el aspecto legislativo de cada lucha, pero no compartimos con ellos su conformismo ante los tiempos del parlamento corrupto, ni tampoco creemos correcto limitar la lucha animalista solo al bienestar de los animales y a su rescate, dejando de lado las interrogantes que plantea el especismo y los problemas que de él derivan. Por otra parte.  no compartimos con los abolicionistas la tendencia a centrar su acción en las salidas personales como la alimentación, en perjuicio de una mirada más integral, que vincule directa y políticamente, el problema de la explotación animal, con la industria capitalista, la explotación laboral, etc, creemos que es necesario encontrar una perspectiva donde el veganismo sea parte importante pero no exclusiva.

Tenemos que pensar el animalismo en un campo de batalla político en el que se necesitarán aliados y propuestas claras para avanzar hacia triunfos. Si bien compartimos la idea de los reformistas de luchar por reformas donde se materialicen los logros políticos, creemos que esos logros tienen que tener lo que realmente necesitamos, no aquello que nos imponen los poderosos en su cocina parlamentaria, para eso necesitamos sí o sí entre todos los luchadores y luchadoras tener propuestas claras que salir a conquistar a las calles, salir a conquistarlas sin confiar en los legisladores ni en sus partidos patronales, sino en la fuerza de las calles y en la unidad de estudiantes, trabajadores, pobladores, de la diversidad sexual, de las mujeres, ambientalistas, etc, que también sienten tedio de este sistema y tiene sed de un cambio.

Creemos que esa fuerza del pueblo en las calles, en las universidades, en los trabajos, en las poblaciones, etc, debe ser la fuerza que empuje los cambios, apretando al parlamento y a sus monigotes y avivando a su misma confianza de pueblo para tomar en sus manos el futuro. Para eso pareciera faltar tanto, pero mientras, cada lucha, por pequeña que sea, será la escuela de las grandes que de seguro nos planteará el tiempo.

De acuerdo a nuestras fuerzas e ideas, queremos enfocar los esfuerzos en tres puntos que creemos claves: Lo primero es levantar seriamente el proyecto Colectivo Cardumen, dejando abiertas las puertas a toda la gente interesada en trabajar con nosotros, para lo cual deben tener en cuenta que no hay ideas definitivas hasta el momento, y no estamos en una parada sectaria, por lo que puede pasar cualquier cosa, todo depende de los argumentos.

Las opiniones vertidas en este espacio no representan necesariamente la opinión de Equipo de Protección Animal Chile- EPA y son responsabilidad de quién las emite. Zona de Opinión es una sección de epanews.cl, que está abierta a todas las miradas.