#OPINION El Impacto Psicosocial tras la muerte de Cholito

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Sin lugar a dudas, el brutal asesinato de Cholito, can que vivía en una galería del Barrio Patronato, nos impactó a todos profundamente. ¿Cuáles fueron las razones de tal impacto, siendo que hay miles de otros casos de maltrato animal de los cuales día a día nos vamos enterando?, conoce la respuesta en la columna de Claudia Ruiz – Psicologa y Activista Pro Animal-. 

Hace un par de semanas fuimos testigos de un acto brutal, que nos estremeció como sociedad, vimos casi en vivo y en directo como un grupo de 4 personas, 3 hombres y una mujer golpeaban hasta matar a un perrito en una galería comercial, un espacio privado. La falta de compasión, planificación y frialdad con que cometieron este crimen, caló en lo más profundo de nosotros, no sólo al mundo ligado a la protección o ayuda animal, sino que también, a la mayoría de la población que no lograba comprender tal nivel de sadismo y brutalidad. El impacto fue tal, que se movilizó una gran marcha y se reunieron más de 180 mil firmas en menos de una semana, en una petición que exigía justicia. La noticia llegó incluso a otros países y el gran artista Paco Catalán de España, hizo una viñeta en honor a Cholito, un bello dibujo que gráfica el dolor de muchos de nosotros.

Pero por qué nos impactó tanto esta agresión, creo se debe a que es  primera vez que tenemos las pruebas fehacientes de un acto de agresión brutal hacia un animal, siempre hemos sabido que  existe el maltrato, la crueldad y el abandono de animales, hemos crecido viendo perros y gatos abandonados en las calles, crecimos escuchando historias sobre ahorcamientos, ahogamientos, envenenamientos, apuñalamientos y golpes a animales de compañía. Las redes sociales de ayuda y rescate animal a diario nos recuerdan que esto existe y lo vemos en nuestras propias comunidades. Sin embargo, nunca lo vimos tan real y con tanto detalle, hasta ahora.

Esa es la diferencia con el caso de Cholito, creo marca un antes y un después en cuanto a la visión que como sociedad tenemos sobre el maltrato y la crueldad que se comete a diario con los animales de compañía. Fuimos testigos masivamente de un acto de violencia extremo, escuchamos y vimos los golpes, sentimos su llanto y desesperación, vimos como buscaba protegerse, fuimos testigos visuales y auditivos de la falta de compasión de un grupo de personas que se ensañó con un animal indefenso, que además, era viejito y con daño neurológico, la indefensión en todos los sentidos de un animal que no tuvo ninguna posibilidad de defenderse. Es imposible no empatizar con ese sufrimiento, el ser testigos visuales y auditivos nos acercamos emocionalmente al dolor de ese animal, ya no es lo que nos han contado, es lo que estamos viendo y sintiendo en carne propia. Las imágenes son fuertes y producen un estado de shock, imposible no repudiar ese acto de crueldad y exigir se haga justicia.

Cholito representa la indefensión absoluta, representan al excluido, al explotado, a aquel que sobra en una sociedad mezquina e individualista, con apego a lo material, cuyos deseos están puestos en los objetos, la gente siente “placer” comprando, el deseo completamente capitalizado, lo que no sería del todo negativo, si esa gente además, disfrutara de su vida sexual, de leer un libro, de la naturaleza o él sólo hecho de estar vivos, si existiera esa conexión con lo más efímero, sin duda, habría más respeto por la vida de otros seres. Pero nuestra sociedad es consumista y exitista, ha perdido la capacidad asombro y ha naturalizado todas las formas de maltrato. Por eso, no es extraño que en los incendios que hemos vivido en último período, la gente se preocupe de salvar un plasma, una cama y deje a sus animales de compañía amarrados o encerrados.

En este contexto, Cholito nos viene a recordar que somos humanos, que rescatemos esa humanidad que nos queda, que recuperemos esa capacidad de asombro, que el maltrato no es “natural” en ninguna de sus formas y hacia ningún ser que habite la tierra, y mi consuelo es saber que mucha gente reacciona y se identifica con el dolor de este animal, se representa en la injusticia vivida por Cholito y clama por justicia.

Como sociedad debemos seguir trabajando por erradicar el maltrato, hay que seguir visibilizando este maltrato en todas sus formas y lo arraigado que está a nuestra cultura, los niños y los animales son las víctimas silenciosas de este sistema perverso. Tenemos índices  altos en depresión, en cáncer, en maltrato infantil y animal, los índices también suben en femicidios y violencia intrafamiliar, todos síntomas de una sociedad enferma marcada por la violencia. Como ciudadanos debemos siempre protestar frente a cualquier forma de maltrato que se cometa.