Chile es el 5° país Ocde con mejores leyes en protección de animales

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El informe también destaca a Chile en un sexto lugar en combatir el cambio climático, aunque aparece mal evaluado en objetivos de desarrollo sostenible, igualdad social, educación e inversión en investigaciones.

La mayoría de países industrializados de la OCDE, con México y Chile entre los peor situados, no están preparados todavía para los nuevos objetivos globales de desarrollo sostenible previstos hasta 2030 que los líderes mundiales adoptarán formalmente este mes en una cumbre especial de la ONU en Nueva York.

Según un estudio comparativo de los 34 estados miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) difundido hoy por la Fundación Bertelsmann, en el caso de numerosos indicadores, existe de hecho el riesgo de un fracaso estrepitoso en el cumplimiento de los objetivos.

El informe identifica aquellos estados que pueden constituir un ejemplo a seguir para determinados objetivos de desarrollo sostenible y también dónde sigue habiendo importantes deficiencias.

Así, entre los países mejor preparados para cumplir los nuevos objetivos de la ONU figuran los escandinavos -Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia-, seguidos de Suiza.

En tanto, Estados Unidos, Grecia, Chile -en el lugar 31- Hungría, Turquía y México -a la cola- son los peor posicionados.

A pesar de ser uno de los primeros diez países en siete de los 34 indicadores, Chile se sitúa al mismo tiempo en el último tercio en otros 18.

Uno de los puntos fuertes de Chile -país con un gran potencial para seguir mejorando, según el estudio- es la protección de especies animales, donde se coloca en quinto lugar entre los 34 miembros de la OCDE.

Chile también ha mostrado un gran éxito a la hora de combatir el cambio climático, lo que le permite figurar en sexto lugar entre los países que menos toneladas de CO2 per cápita emiten y en noveno en menos emisiones de gases de efecto invernadero.

Los puntos débiles de Chile se concentran en su bajo nivel de inversiones, con sólo un 0,4 % de su PIB destinado a la investigación y el desarrollo, y en la brecha de ingresos entre los más ricos y los más pobres, donde se coloca a la cabeza en desigualdad social.

Además, en 2011 sólo el 57,5 % de los chilenos contaban con estudios secundarios acabados y en el informe PISA, el Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes, Chile se situaba en el lugar 33, 60 puntos por debajo de la media de la OCDE.

En tanto, México es el país peor posicionado, pero cuenta con un gran potencial y está entre los diez primeros países en siete de los indicadores, en dos de los indicadores incluso entre los cinco mejores.

Así, México es el país con menos emisiones de dióxido de carbono y con 360 kilogramos por habitante produce sólo la mitad de residuos que Estados Unidos, Dinamarca o Suiza.

Los mayores retos para México en materia de desarrollo sostenible son la pobreza y la educación.

Así, el 21 % de su población vive por debajo del umbral de la pobreza, más del doble que la media de toda la OCDE, mientras que en 2013, sólo el 38,4 % de los mexicanos habían completado la educación secundaria.

Según el informe, los mayores déficit de los países industrializados radican en sus hábitos de producción y consumo todo menos sostenibles.

A ello se suma que en muchos casos, sus sistemas económicos acentúan la tendencia hacia la desigualdad social.

El estudio, que se basa en 34 indicadores, también propone un plan detallado para la consecución de los objetivos mundiales de desarrollo sostenible (ODS) en los próximos 15 años que -a diferencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio- dan directrices también a los países industrializados.

“Teniendo en cuenta el aumento en desigualdad social y en desperdicio de recursos, los países ricos no podemos seguir dando lecciones al mundo, ni debemos dictar cómo deben desarrollarse los países emergentes”, señala Aart de Geus, presidente de la Fundación Bertelsmann.

El estudio señala grandes diferencias entre países en relación con diferentes objetivos, en especial en lo que respecta a la desigualdad social, que ha alcanzado un nivel sin precedentes en los países industrializados.

Así, en 23 países de la OCDE, el 10 % más rico de la población gana tanto o más que el 40 % más pobre.

También se observan grandes diferencias en cuanto a la contaminación medioambiental: países como Australia, Canadá, Polonia o México emiten una cantidad de dióxido de carbono por unidad de producción económica más de seis veces superior a la de Suecia o Noruega.

“Si los países en vías de desarrollo han logrado reducir a la mitad su tasa de mortalidad infantil con ayuda de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, deberíamos poder exigir a los países industrializados que hicieran sus modelos económicos más equitativos socialmente y más sostenibles con ayuda de los nuevos objetivos de la ONU”, señala Christian Kroll, director del estudio.

Fuente: Efe